Seguí un gran consejo cuando empezaba mi carrera política.” Conoce y aprende de las mujeres mayores que tú, y que han participado en la política mexicana, búscalas y pregúntales de sus trabajos, de los obstáculos y de los logros que han tenido, así conocerás directamente, lo que las mujeres han pasado hasta llegar a obtener el voto del que ahora tienes derecho”.
Empecé por buscar a las mujeres registradas en la Defensa Nacional como participantes en la Revolución, ya eran muy pocas las que vivian, tuve que ir a diferentes estados de la Republica para platicar con ellas, estaban felices de que se les tomara en cuenta, empezaron hablar y hablar y hablar, eso querían hacer desde hacia tiempo, fueron historias diferentes, pero todas de mujeres valientes, que no temían, y superaron muchos obstáculos.( vestirse de hombre, para ser respetadas) Me entusiasme, las mujeres y la patria les debía mucho. (Después por medio de una gestión, la Secretaria de la Defensa Nacional les otorgo una medalla y una despensa mensual vitalicia).
Luego platique con la primera mujer que fue regidora y presidenta municipal en Yucatán, Elvia Carrillo Puerto (ya muy viejita), todavía brava, enojada con los obstáculos que les ponían a las mujeres en política, pero firme en sus convicciones.
Conocí, platiqué, aprendí de Amalia G de. Castillo Ledón,(Asesora de Eva Perón, en materia de la conquista del voto femenino argentino), formadora con María Lavalle de la “Alianza de Mujeres”, que llego a tener mas de 50 mil mujeres en la república, y lograron que el presidente Lázaro Cárdenas, enviara una iniciativa al Congreso de la Unión para reconocer el derecho al voto a la mujer, cosa que no se logró, en esa época (fines de los años 30) por circunstancias políticas muy interesantes.
Conocí y platiqué, con las mujeres que fueron las primereas Diputadas Federales, me contaban,de los problemas sociales en sus estados, (no querían oír hablar de ellas), de los políticos de la época, que las hacían sentía indignas de estar en la Cámara de Diputados. de los chistes de que eran objeto, de las caricaturas y comentarios en los medios públicos, de las dificultades estructurales, arquitectónicas, legales,” porque no había baño para mujeres, y se tenían que vestir en actos muy formales de negro y traje sastre, de preferencia no solicitar hablar en la tribuna, no usar pantalones, y muchas cosas más que las tenían que obedecer”
Conocí a mujeres defensoras de los derechos de las mujeres, como María Lavalle, a la que le ofrecieron la primera gubernatura (Campeche) y a la mera hora le dijeron que no, convirtiéndose en la primera senadora de la república, con Alicia Arellano. Conocí a Hilda Anderson, defensora de las mujeres obreras, principalmente, a Margarita García Flores, joven promotora y conquistadora con 20 mil mujeres de todas las ideologías, de la voluntad de Ruiz Cortines para que la primera iniciativa enviada al Congreso de la Unión, como presidente de la republica fuera la de la reforma a la Constitución para reconocer el derecho al voto a la mujer mexicana(unl 17 de octubre de 1953) Conocí y platiqué mucho con: Martha Andrade del Rosal, a Aurora Arráyales, a Aurora Navia, Aurora Fernández, Guadalupe Rivera Marín, Ifigenia Martínez, ellas y muchas más de esas épocas (en los 70), de todos los partidos y agrupaciones feministas, que gracias a sus esfuerzos pioneros, ahora tenemos una presidenta de la República Mexicana.
Y años después ya cuando fui dirigente nacional de las mujeres, procuré con mucho respeto reconocerlas y siempre recordar su esfuerzo, la entrega que tuvieron, para las generaciones que veníamos después. ,y con su ejemplo seguir luchando hasta lograr la igualdad de derechos humanos de mujer y hombre y sobre todo el poder ejecutivo para una mujer, poder que no se debe ceder, ni prestar, ni soltar y con honor, trabajo, y resultados de beneficio para el desarrollo de Mexico, defenderlo, porque ha costado el esfuerzo de muchas mujeres, lograrlo.
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