Realizar audiencias públicas de gobernantes con la ciudadanía es poco común en la actualidad, porque la comunicación en plataformas digitales ha tomado auge. Lo frecuente es que la clase política emita mensajes diseñados de acuerdo con el perfil que desean transmitir, para evitar cuestionamientos directos o interacciones que “salgan de control”.
En su primer discurso al rendir protesta como gobernadora, el 14 de septiembre, Delfina Gómez Álvarez anunció su primera audiencia: “Con el objeto de acercar el Gobierno a la gente, realizaremos audiencias ciudadanas en compañía de todo el Gabinete y delegaciones federales, escuchando y atendiendo personalmente a la ciudadanía. La primera audiencia se llevará a cabo el próximo miércoles 11 de octubre en el Palacio de Gobierno”, dijo en el Congreso local.
La fecha cambió. La audiencia será este miércoles 18 de octubre. El comunicado de prensa 093 emitido por el gobierno estatal afirma que las audiencias serán “un hecho sin precedentes” en la historia de la entidad. No es correcto. Los gobernadores Carlos Hank González (1969-1975), Jorge Jiménez Cantú (1975-1981), y Emilio Chuayffet Chemor (1993-1995) -todos priistas- realizaban audiencias públicas.
Hank lo hacía con una organización muy cuidadosa, convocando a los líderes políticos de cada municipio: presidente municipal, legisladores locales y federales, líderes de su partido y algunos ciudadanos, para exponer las problemáticas de su localidad y recibir -casi siempre- respuestas positivas. Modelo similar desarrolló Chuayffet y en pocas ocasiones se realizaban fuera del Palacio de Gobierno, aunque él duró en su mandato solo dos años.
Con Jorge Jiménez Cantú, impulsor de los “ejércitos del trabajo”, se hacían audiencias más “abiertas” en las cuales se recibía a quienes deseaban plantear sus demandas, sin omitir a los liderazgos políticos locales, aunque -me contó el periodista Eleazar Flores Arraiga- sí había oportunidad de que llegara cualquier persona con su petición.
Aunque no sea “inédito”, lo relevante es que ese modelo de “democracia participativa” podría contribuir al involucramiento de la ciudadanía en la toma de decisiones del gobierno estatal y, en la medida en que las peticiones, propuestas y demandas planteadas tengan respuesta satisfactoria, podría ser efectivo. Además, será un mecanismo para “impulsar” nuevos liderazgos en las comunidades y romper con la intermediación que siempre hace la (misma) clase política de un municipio o localidad.
El perfil planteado por la gobernadora de una administración “municipalista”, soportado en estas audiencias y sus giras de trabajo, podría ser muy rentable en términos de comunicación política. Habrá que ver cómo se potencializa.
PERCEPCIÓN
Las autoridades de seguridad deberían darse una vuelta en la colonia Nueva Oxtotitlán de Toluca, donde un par de delincuentes, a bordo de una moto, asaltan -a mano armada- a jóvenes estudiantes.
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.
Presidente del Consejo Ciudadano del Sistema Mexiquense de Medios Públicos. X: @RJoyaC