El Poder Judicial en México se percibe alejado de la sociedad. Una máxima de quienes intervienen en la relevante labor de “impartir justicia” es que no litigan en los medios de comunicación, sino en los juzgados. Parcialmente, esa visión es correcta porque no puede someterse a consulta pública la decisión que debe apegarse estrictamente a la ley; sin embargo, la “comunicación ex parte” que durante muchos años les distinguió, genera la sensación de que hay algo oculto en sus sentencias.
Una “comunicación ex parte” es una comunicación entre una persona interesada y un tomador de decisiones, que puede ser escrita u oral, en un procedimiento formal, y se lleva a cabo sin la presencia o conocimiento de la otra parte. Eso provoca vacíos en la información y puede generar dudas sobre la determinación legal. A ello habría que añadir el uso de un lenguaje altamente especializado que dificulta su clara comprensión.
Lo que sí es un hecho -como lo advierte David J. Sachar, director ejecutivo de la Comisión de Disciplina Judicial en Arkansas, Estados Unidos- es que “el Poder Judicial no puede existir sin la confianza y la fe de las personas”.
Ahora, en lo que algunos abogados denominan como “la mayor crisis que ha enfrentado el Poder Judicial en México”, la pelea en la narrativa sigue siendo ganada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. En el actual debate en torno a la reforma al Poder Judicial que impulsa el presidente, él mantiene su estrategia narrativa de colocarse junto al pueblo, como el héroe que debe acabar con el villano, encarnado en el neoliberalismo y ese entramado institucional de las últimas cuatro décadas en el país, al cual denomina como la “mafia del poder” y “los conservadores”.
El Discurso del presidente, desde 2006, mantiene como eje narrativo la “imperiosa necesidad” de derrocar al sistema conservador que solo piensa en sus privilegios y no actúa de buena fe, ya que carece de moralidad. En ese grupo de villanos que son la “minoría rapaz”, los “machucones” y “fifís”, ha colocado al Poder Judicial.
Sin embargo, un estudio de opinión realizado por el diario El Financiero (3 septiembre 2024) indica que la Suprema Corte de Justicia de la Nación tiene una aprobación del 65 % de las personas encuestadas, aunque -lamentablemente- 53 % de las personas entrevistadas dicen saber poco o nada acerca de la iniciativa para reformar al PJ, y aún con ello, se identificó que 48 % la apoya y solamente el 21 % la rechaza, en general. Destaca que el 55 % se opone al paro de labores en el PJ.
En esas condiciones, es claro que la comunicación desvinculada de la sociedad -con la divulgación de eventos elitistas y exclusivos de quienes ahí trabajan-, está pasando la factura al Poder Judicial, por lo que su narrativa, frente al presidente, sigue en desventaja.
#TodoComunica
Cuidado con la suplantación de identidad. El entorno digital permite que algunas personas quieran estafar. Esté alerta. Ya me tocó ser pretexto para intentar sorprender a otros.
Profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.
Contacto en X: @RJoyaC
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