/ lunes 27 de febrero de 2023

#TodoComunica | Educación, empleo y emprendimiento, desafíos permanentes

    @RJoyaC
i

El sistema educativo y la formación de competencias entre la población -con énfasis en la infancia y las juventudes-, para acceder a mejores condiciones de vida, sigue siendo el “talón de Aquiles” en México, sobre todo, por los efectos de la pandemia por COVID-19 que aumentaron la desigualdad y baja productividad en el país.

Indudablemente, las medidas aplicadas para reducir el impacto del COVID-19 y que obligaron al confinamiento y reducir las actividades productivas, tuvieron repercusiones en distintos ámbitos. Por ejemplo: la mitad de la población mexicana que nace en situación de pobreza podría permanecer en esa situación toda su vida, al limitarse el acceso a servicios de educación y salud.

Se redujeron las oportunidades de trabajo de calidad, por lo que las niñas, niños y jóvenes que están en vulnerabilidad se quedan rezagados, indica el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE): “Cambiar las posibilidades de los niños vulnerables”. En México, precisa el informe, los jóvenes de 15 años que viven en situación de pobreza, se colocan 2.5 cursos académicos por detrás de quienes pertenecen a la clase media.

Otros datos de la OCDE indican que quienes estudian en las entidades más pobres del país, multiplican por siete las posibilidades de que abandonen sus estudios y trabajen más horas por un salario inferior. Más del 23% de jóvenes (entre 18 y 24 años) sigue sin estudiar, sin recibir formación y sin trabajar.

Por ello, se requieren políticas gubernamentales que involucren a los sectores económico y educativo (privado y público) y sean más incluyentes, de manera que se aumente la “movilidad social” (que es la oportunidad para que alguien supere su condición de pobreza con respecto a generaciones anteriores). Para ello deben ampliarse los servicios de atención infantil, educativos y de salud, además de crear condiciones laborales que protejan a las personas y no solo los puestos de trabajo.

La OCDE recomienda que, aparejado al fortalecimiento de la educación y la formación, se promueva el “dinamismo empresarial” generando condiciones para que las micro, pequeñas y medianas empresas accedan a capital humano competente, además de favorecer el financiamiento y las oportunidades para que quienes ya están en el ámbito laboral mejoren sus competencias.

Ojalá que quienes “suspiran” por gobernar el Estado de México y el país tengan presentes estos desafíos, porque son temas que -lamentablemente- llevan años sin resolverse y, por el contrario, algunos se han agravado.

PERCEPCIÓN

Excelente decisión del gobernador, Alfredo Del Mazo Maza, la de designar a Margarita Neyra González, como coordinadora general de Comunicación Social de su administración. Es una mujer sensible, experimentada y profesional que garantiza resultados. Enhorabuena.

Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.

Presidente del Consejo Ciudadano del Sistema Mexiquense de Medios Públicos. Twitter: @RJoyaC