Independientemente de los resultados en las elecciones de ayer domingo 2 de junio, continúa la historia de este país, los municipios y las entidades federativas. Al momento de escribir este texto, aún no se conocían los datos sobre las votaciones, aunque sí fue notoria la gran participación de la ciudadanía. Había largas filas en las casillas que significaron, en algunos casos, hasta tres horas de espera.
Escenas así no se veían desde el año 2000, cuando en este país la mayoría de las y los ciudadanos decidieron la primera alternancia en la Presidencia de la República. Está demostrado, por los estudios en materia electoral, que cuando hay una nutrida votación, generalmente se decide un cambio de partido político en el poder, porque las elecciones ofrecen dos alternativas: continuidad o cambio.
Este domingo también fue notorio el interés de quienes viven en el extranjero para expresar su decisión en las urnas, instaladas en las representaciones diplomáticas de nuestro país en otras naciones. Las imágenes de mexicanas y mexicanos haciendo fila en París, Madrid, Nueva York, Houston -por mencionar algunas ciudades- serán históricas y acreditan que, a pesar de la distancia, no dejan de estar pendientes y comprometidos con lo que sucede acá.
Si se votó por un cambio, será claro que la ciudadanía mexicana hemos aprendido a entender el poder de nuestro voto y a ejercerlo plenamente, a pesar de las narrativas de los propios partidos políticos y las estructuras gubernamentales. Si la mayoría decidió por la continuidad y se logró una diferencia amplia entre el primero y el segundo lugar, también significará que los partidos políticos opositores (reflejo del anterior régimen) no convencen a la mayoría de la gente.
Ojalá que los resultados electorales sean tan contundentes y las incidencias mínimas, para garantizar que el relevo institucional, que establece nuestro marco legislativo, sea en paz, tranquilidad y con la confianza de que las autoridades -en los tres órdenes de gobierno- cumplirán con la responsabilidad que les corresponde.
Cualquiera que sea el resultado, habrá que hacer una lectura cuidadosa de los mensajes enviados por la ciudadanía en los municipios, delegaciones, entidades y el país entero, y también habrá que revisar qué se puede mejorar en nuestros procesos electorales, para fortalecer el ejercicio democrático.
Quienes asuman las tareas públicas en los ayuntamientos, legislaturas -federal y estatal-, entidades federativas y la Presidencia de la República, deberán tener claro que recibieron una expresión de confianza y que la elección de este domingo significa una alta expectativa de que el futuro será mejor que el presente, porque la ciudadanía tenemos el poder de decidir y las nuevas generaciones no dudan en ejercerlo.
#TodoComunica
Si se rebasa el 63 % de participación registrado en 2018, las autoridades electorales habrán entregado buenas cuentas, aunque eso no significa que todo esté bien. Siempre hay oportunidades para mejorar.
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMex.
Presidente del Consejo Ciudadano del Sistema Mexiquense de Medios Públicos. Twitter: @RJoyaC
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Ricardo Joya C
