“Información conforme a los hechos, humanidad y respeto a los demás, transparencia y reconocimiento de los eventuales errores”, son principios éticos cardinales bajo los cuales debería guiarse el periodismo, sobre todo en un entorno en el que las informaciones nocivas y mal intencionadas circulan en los espacios digitales.
Aidan White, fundador de la Red de Periodismo Ético y ex secretario general de la Federación Internacional de Periodistas, plantea la necesidad de recuperar principios éticos cuando se vive “una mutación sin precedentes”, derivado de la exigencia de rapidez, las limitaciones del periodismo, además de un entorno más complejo.
La información sesgada, influencia indebida de medios empresariales, conflictos de intereses y difusión de prejuicios, son irregularidades que se observan regularmente en el ecosistema mediático, además de que el avance tecnológico ha provocado despidos en las salas de redacción y ha precarizado el trabajo de quienes deberían ser profesionales especializados.
Adicionalmente, a partir del uso -y abuso- de las tecnologías y los algoritmos, el modelo empresarial accede a la información, los gustos y hábitos de consumo de millones de personas, para generar “información viral” que busca infinidad de “clics”, a fin de activar la publicidad digital con técnicas específicas.
En ese sentido, el Clickbait es una técnica de escritura que emplea titulares sensacionalistas o engañosos para atraer a usuarios a un sitio web o blog, y poco se hace para educar a las audiencias -y a los productores de información- para distinguir contenidos elaborados éticamente de aquellos que solo pretenden monetizar lo escandaloso y no abonan al análisis crítico de la información y los sucesos.
Por otra parte, las presiones de los grupos empresariales han generado mayores descuidos en la elaboración de contenidos periodísticos. Aquellos principios de tratamiento responsable de la información, veracidad, exactitud, precisión y apego a los hechos se han diluido ante la presión de producir más rápido, en demérito de la información como un bien público y de noticias plenamente confiables.
Esa suma de factores ha aumentado la probabilidad de que se cometan fallos o actos malintencionados que generan desinformación. Sin embargo, el periodismo ético admite sus errores y reconoce ante sus audiencias que hubo una equivocación, porque de lo contrario, gradualmente se acentuará la pérdida de confianza en las noticias, que -en el caso de México- el Digital News Report 2024 indica que esa confianza descendió de 49 a 35 por ciento en los últimos seis años.
#TodoComunica
Se fortalece el grupo político de la gobernadora, Delfina Gómez Álvarez. Atención a las siguientes semanas.
Docente de la Universidad Autónoma del Estado de México.
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Ricardo Joya C