/ lunes 21 de octubre de 2024

#TodoComunica | Faltar a clases no resuelve nada

“Atender de manera prioritaria la salud mental de niños y adolescentes ante situaciones de estrés, ansiedad, acoso sexual, violencia o depresión por la pérdida de algún familiar o mascota”, es el objetivo de la propuesta que hace unos días planteó el ex gobernador y ex priista mexiquense, Eruviel Ávila Villegas, para que se reformen las leyes generales de Salud y Educación, a fin de que las y los estudiantes del país “puedan ausentarse hasta por cinco días por semestre”, para atender su situación emocional. Una propuesta limitada.

Si bien la nota No. 490 (emitida por la Cámara de Diputados) dice -citando al legislador- que permitir días de ausencia justificada en las escuelas mexicanas, “es un paso crucial para abordar estos problemas y ofrecer a los jóvenes el apoyo que necesitan para su desarrollo integral”, no refiere el establecimiento de políticas públicas en las instituciones educativas y de salud para ofrecer atención prioritaria.

Faltar a clases no resuelve los problemas de fondo que enfrentan las y los jóvenes, ni garantiza una atención efectiva ante padecimientos como la ansiedad y depresión o el consumo de drogas; por el contrario, se ha documentado que, para afrontar esos problemas, las comunidades escolares pueden constituirse en una red de apoyo que ofrece soporte emocional, material, cognitivo e instrumental a quienes pasan por dificultades de salud mental.

Como ejemplo de ello, la semana pasada, un joven estudiante ingresó a un salón de clases con señales evidentes de haber consumido alguna sustancia que le provocó confusión, mostrando un comportamiento y lenguaje disperso, de manera que el resto de las y los estudiantes se pusieron nerviosos. Afortunadamente, la oportuna intervención del docente en turno y de las autoridades de la escuela evitó que pudiera generarse una situación lamentable.

El caso es una muestra de lo que señala el Informe sobre la situación de la salud mental y el consumo de sustancias en México 2024, elaborado por la Comisión Nacional de Salud Mental. Indica que “el alcohol, el tabaco y la marihuana siguen siendo las principales sustancias con las que las personas (…) iniciaron su consumo de drogas” y añade que -en el caso de la marihuana- las principales razones para consumirla fueron “reducir el estrés, divertirse y tratar estados emocionales, dejando en evidencia la relevancia de la salud mental”. Además, aumentó el uso de metanfetaminas.

Si un joven tiene depresión y/o ansiedad, faltar a clases -cinco o 10 días-, no garantizará que reciba la atención necesaria; por el contrario, tendría que promoverse -en lugar del ausentismo- que las instituciones educativas cuenten con los recursos humanos y materiales especializados para identificar y canalizar -a la atención adecuada- a las y los estudiantes, de manera que -junto con sus familias y amistades-, puedan revertir las condiciones que les provocan una crisis de salud mental.

Que falten a clases solamente es evadir -en el espacio educativo- un problema más profundo y cada vez más creciente.

#TodoComunica

Durante 15 horas la gobernadora, Delfina Gómez Álvarez, atendió personalmente a más de mil personas. Un hecho inédito, sin duda, porque generalmente solo están en el arranque para la foto y dejan a sus colaboradores para terminar la tarea. Ningún gobernante había hecho algo similar.

Docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México.

Red social X: @RJoyaC


Las opiniones vertidas en este artículo son responsabilidad de quien las emite y no de esta casa editorial. Aquí se respeta la libertad de expresión.

“Atender de manera prioritaria la salud mental de niños y adolescentes ante situaciones de estrés, ansiedad, acoso sexual, violencia o depresión por la pérdida de algún familiar o mascota”, es el objetivo de la propuesta que hace unos días planteó el ex gobernador y ex priista mexiquense, Eruviel Ávila Villegas, para que se reformen las leyes generales de Salud y Educación, a fin de que las y los estudiantes del país “puedan ausentarse hasta por cinco días por semestre”, para atender su situación emocional. Una propuesta limitada.

Si bien la nota No. 490 (emitida por la Cámara de Diputados) dice -citando al legislador- que permitir días de ausencia justificada en las escuelas mexicanas, “es un paso crucial para abordar estos problemas y ofrecer a los jóvenes el apoyo que necesitan para su desarrollo integral”, no refiere el establecimiento de políticas públicas en las instituciones educativas y de salud para ofrecer atención prioritaria.

Faltar a clases no resuelve los problemas de fondo que enfrentan las y los jóvenes, ni garantiza una atención efectiva ante padecimientos como la ansiedad y depresión o el consumo de drogas; por el contrario, se ha documentado que, para afrontar esos problemas, las comunidades escolares pueden constituirse en una red de apoyo que ofrece soporte emocional, material, cognitivo e instrumental a quienes pasan por dificultades de salud mental.

Como ejemplo de ello, la semana pasada, un joven estudiante ingresó a un salón de clases con señales evidentes de haber consumido alguna sustancia que le provocó confusión, mostrando un comportamiento y lenguaje disperso, de manera que el resto de las y los estudiantes se pusieron nerviosos. Afortunadamente, la oportuna intervención del docente en turno y de las autoridades de la escuela evitó que pudiera generarse una situación lamentable.

El caso es una muestra de lo que señala el Informe sobre la situación de la salud mental y el consumo de sustancias en México 2024, elaborado por la Comisión Nacional de Salud Mental. Indica que “el alcohol, el tabaco y la marihuana siguen siendo las principales sustancias con las que las personas (…) iniciaron su consumo de drogas” y añade que -en el caso de la marihuana- las principales razones para consumirla fueron “reducir el estrés, divertirse y tratar estados emocionales, dejando en evidencia la relevancia de la salud mental”. Además, aumentó el uso de metanfetaminas.

Si un joven tiene depresión y/o ansiedad, faltar a clases -cinco o 10 días-, no garantizará que reciba la atención necesaria; por el contrario, tendría que promoverse -en lugar del ausentismo- que las instituciones educativas cuenten con los recursos humanos y materiales especializados para identificar y canalizar -a la atención adecuada- a las y los estudiantes, de manera que -junto con sus familias y amistades-, puedan revertir las condiciones que les provocan una crisis de salud mental.

Que falten a clases solamente es evadir -en el espacio educativo- un problema más profundo y cada vez más creciente.

#TodoComunica

Durante 15 horas la gobernadora, Delfina Gómez Álvarez, atendió personalmente a más de mil personas. Un hecho inédito, sin duda, porque generalmente solo están en el arranque para la foto y dejan a sus colaboradores para terminar la tarea. Ningún gobernante había hecho algo similar.

Docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México.

Red social X: @RJoyaC


Las opiniones vertidas en este artículo son responsabilidad de quien las emite y no de esta casa editorial. Aquí se respeta la libertad de expresión.