/ lunes 3 de abril de 2023

#TodoComunica | La lucha por el poder inició en 2018

Todo lo que se haya hecho en el pasado -lejano y reciente- influirá en la jornada electoral del próximo domingo 4 de junio.

La percepción -definida como “información que se recibe por los cinco sentidos, se procesa en el cerebro, se almacena en la memoria y provoca una reacción”- juega un papel determinante en las campañas electorales. La percepción se produce antes del día de la elección y no solamente durante la etapa de campaña que, en el caso del Estado de México, inicia este lunes 3 de abril.

Delfina Gómez Álvarez, de la coalición “Juntos hacemos historia por el Estado de México” y Alejandra del Moral Vela, de la coalición “Va por el Estado de México”, arrancan la batalla final por la gubernatura mexiquense, que desde 1943 ha ocupado el Partido Revolucionario Institucional.

Cada una de ellas -a partir de su trayectoria personal y profesional- será expuesta como parte de sus estrategias (y contraestrategias) en busca del voto de la ciudadanía. Los logros y yerros de sus respectivos partidos de origen: Morena, en el caso de Delfina Gómez, y el PRI, para Alejandra del Moral, también abonan o restan.

Se añadirá lo que han realizado los gobiernos y -como lo planteó Daniel Cosío Villegas- el “estilo personal de gobernar” que cada una de ellas representa. Para Delfina, el referente es el presidente, Andrés Manuel López Obrador; para Alejandra, el gobernador, Alfredo Del Mazo Maza (y sus antecesores). Esa es la razón por la que en los estudios de opinión se mide la aprobación de uno y otro.

Lo que hayan hecho o dejado de hacer forma parte de la percepción que nos hemos formado en los últimos años e indudablemente influirá en la elección, así como los “discursos” que cada uno ha mostrado en los años recientes.

Como lo plantea Gee (Salgado, 2019), el discurso se integra por las “formas de actuar, interactuar, pensar, valorar, hablar, que se consideran pertinentes para un contexto específico”. El “discurso” que cada gobernante ha expuesto -y expone- será factor esencial en las campañas.

¿Cómo actúan? ¿Cómo y con quiénes interactúan? ¿Qué piensan? ¿Qué valoran? ¿Cómo hablan? ¿Cómo se han mostrado? Es información que abona a su evaluación y a la percepción que de ambos -y ambas- nos formamos, porque reflejan su sistema de creencias, juicios, ideologías y opiniones.

Por ello, podemos afirmar que la “lucha” por la gubernatura del Estado de México no comenzó el pasado 4 de enero con el inicio del proceso electoral. La búsqueda del poder mexiquense inició el 2 de julio de 2018, luego de que Andrés Manuel López Obrador ganó la Presidencia de la República.

PERCEPCIÓN

“Pues que no se vote por el bloque conservador para que siga la transformación. Ni un voto a los conservadores, sí a la transformación”, afirmó el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en su mañanera del lunes 27 de marzo. Es claro su objetivo... Por si alguien tenía dudas.

Todo lo que se haya hecho en el pasado -lejano y reciente- influirá en la jornada electoral del próximo domingo 4 de junio.

La percepción -definida como “información que se recibe por los cinco sentidos, se procesa en el cerebro, se almacena en la memoria y provoca una reacción”- juega un papel determinante en las campañas electorales. La percepción se produce antes del día de la elección y no solamente durante la etapa de campaña que, en el caso del Estado de México, inicia este lunes 3 de abril.

Delfina Gómez Álvarez, de la coalición “Juntos hacemos historia por el Estado de México” y Alejandra del Moral Vela, de la coalición “Va por el Estado de México”, arrancan la batalla final por la gubernatura mexiquense, que desde 1943 ha ocupado el Partido Revolucionario Institucional.

Cada una de ellas -a partir de su trayectoria personal y profesional- será expuesta como parte de sus estrategias (y contraestrategias) en busca del voto de la ciudadanía. Los logros y yerros de sus respectivos partidos de origen: Morena, en el caso de Delfina Gómez, y el PRI, para Alejandra del Moral, también abonan o restan.

Se añadirá lo que han realizado los gobiernos y -como lo planteó Daniel Cosío Villegas- el “estilo personal de gobernar” que cada una de ellas representa. Para Delfina, el referente es el presidente, Andrés Manuel López Obrador; para Alejandra, el gobernador, Alfredo Del Mazo Maza (y sus antecesores). Esa es la razón por la que en los estudios de opinión se mide la aprobación de uno y otro.

Lo que hayan hecho o dejado de hacer forma parte de la percepción que nos hemos formado en los últimos años e indudablemente influirá en la elección, así como los “discursos” que cada uno ha mostrado en los años recientes.

Como lo plantea Gee (Salgado, 2019), el discurso se integra por las “formas de actuar, interactuar, pensar, valorar, hablar, que se consideran pertinentes para un contexto específico”. El “discurso” que cada gobernante ha expuesto -y expone- será factor esencial en las campañas.

¿Cómo actúan? ¿Cómo y con quiénes interactúan? ¿Qué piensan? ¿Qué valoran? ¿Cómo hablan? ¿Cómo se han mostrado? Es información que abona a su evaluación y a la percepción que de ambos -y ambas- nos formamos, porque reflejan su sistema de creencias, juicios, ideologías y opiniones.

Por ello, podemos afirmar que la “lucha” por la gubernatura del Estado de México no comenzó el pasado 4 de enero con el inicio del proceso electoral. La búsqueda del poder mexiquense inició el 2 de julio de 2018, luego de que Andrés Manuel López Obrador ganó la Presidencia de la República.

PERCEPCIÓN

“Pues que no se vote por el bloque conservador para que siga la transformación. Ni un voto a los conservadores, sí a la transformación”, afirmó el presidente, Andrés Manuel López Obrador, en su mañanera del lunes 27 de marzo. Es claro su objetivo... Por si alguien tenía dudas.