Hace 2 mil 500 años, el pensador chino, Huang-ti, predecesor de Confucio, afirmó: “Si una persona llega a ocupar un cargo de autoridad que excede sus virtudes, todos sufrirán”. El ejercicio del poder político, el ejercicio del gobierno, de manera natural genera un desgaste, porque la toma de decisiones implica “renunciar a algo” para priorizar algunos aspectos y significa resolver sólo una parte de las problemáticas sociales.
Adicionalmente, asumir una responsabilidad pública conlleva exponerse al escrutinio de la sociedad, del periodismo y de quienes se consideran oponentes o competidores. Por ello, cuando hay alta visibilidad, gracias a las redes socio-digitales, es fundamental que el desempeño de quienes tienen tareas públicas sea mucho más ético y responsable, además de apegado al cumplimiento de la ley.
Sin embargo, el ejercicio del poder -al ser una actividad humana… hasta ahora- está moldeado por las motivaciones de las personas, sus ambiciones, oportunidades y defectos. Esas características son las que definen su estilo de liderazgo para conducir los asuntos públicos y conducirse como individuos con poder.
Al respecto, Debashis Chatterjee, en su obra “Liderazgo consciente” (2007), analiza el comportamiento de quienes asumen responsabilidades dentro de las organizaciones y cuestiona: ¿Cuántas personas sufren de abusos de poder, de liderazgos carentes de sabiduría, de decisiones basadas en ideas estrechas y sin rumbo que, no obstante, afectan a miles de personas?
A ello, habría que añadir el riesgo de enfrentar un escándalo político. John B. Thompson explica: “A veces un escándalo tiene consecuencias nefastas para un individuo, poniendo fin efectivo a su carrera, mientras que en otros casos hay personas que pueden salir del alboroto prácticamente indemnes”.
Actualmente, la capital del Estado de México es tema de conversación por la Orden de Aprehensión que se giró en contra de quien -hasta este momento- tiene una de las más altas responsabilidades en el Ayuntamiento de Toluca, y aunque falta el desarrollo del proceso judicial correspondiente, el escándalo ya tiene repercusiones políticas.
¿Cuál fue el origen de esta situación? Las decisiones que tomaron quienes están involucrados en los hechos. De acuerdo con circunstancias específicas, determinaron actuar de una forma que ahora les ha colocado en este conflicto legal. Por lo pronto, son siete personas sujetas a investigación, a quienes se les considera -según el comunicado oficial de la Fiscalía General de Justicia- “sustraídas de la acción de la justicia”.
Por ello, valdrá la pena reflexionar si debe mejorarse la manera de seleccionar a quienes asumen responsabilidades públicas, para aproximarnos a una proyección de cómo ejercerán el poder.
#TodoComunica
¿Habrá que aplicar exámenes psicométricos a quienes ocupan responsabilidades públicas, como se hace en otro tipo de empleos?
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.
Presidente del Consejo Ciudadano del Sistema Mexiquense de Medios Públicos. X: @RJoyaC