“La creciente distancia entre el gobierno y el pueblo ha llevado a que se perciba a la política como una actividad deshonesta y de poca utilidad. Además, la falta de confianza en las autoridades ha ocasionado que las personas pierdan la fe en la capacidad de influir en las decisiones gubernamentales y hasta en la posibilidad de cambiar el curso de sus propias vidas y la del estado”.
Así de contundente inicia el diagnóstico del “Eje 1. Cero Corrupción y gobierno del pueblo y para el pueblo” en el Plan de Desarrollo del Estado de México 2023-2029, publicado el pasado 15 de marzo en la Gaceta del Gobierno. Se reconoce que la desconfianza de la población hacia las instituciones o actores públicos en la entidad es mayor que el promedio nacional: tres de cada diez mexiquenses consideran el mal desempeño del gobierno como uno de los grandes problemas; dos de cada diez, la mala aplicación de la ley; uno de cada diez, la falta de coordinación entre los diferentes órdenes de gobierno; y uno de cada veinte, la falta de rendición de cuentas”. (p.33)
Es alentador -desde la perspectiva de la comunicación- encontrar ese reconocimiento, porque el Informe OCDE sobre la Comunicación Pública: El Contexto Global y el Camino a Seguir (2021) indica que es necesario que los gobiernos desarrollen estrategias de comunicación, apegadas a los principios del gobierno abierto, transparencia, integridad, rendición de cuentas y participación de los sectores involucrados en las políticas gubernamentales, separadas de la comunicación política.
El organismo señala que la comunicación pública, entendida como “la función gubernamental de suministrar información, escuchar y responder a la ciudadanía, al servicio del bien común”, permite ampliar el alcance de la información acerca de las políticas públicas que se instrumentan. Plantea como fundamental la institucionalización y profesionalización de la función de comunicar desde el ámbito gubernamental, e indica que son necesarios los recursos humanos y materiales para generar, elaborar, distribuir y evaluar los contenidos de comunicación, apegados a los comportamientos, percepciones y preferencias de los diferentes públicos.
Suena desafiante que una de las prioridades del primer gobierno que encabeza una mujer en la entidad, apueste por garantizar “la participación permanente e informada de la ciudadanía en las decisiones de política pública y la rendición de cuentas”. Sin embargo, -como lo indica la OCDE- requiere el fortalecimiento sostenido de los mecanismos y medios de comunicación del gobierno.
En el Estado de México, opera el Sistema Mexiquense de Medios Públicos con tres plataformas: Radio, Televisión y Digital, cuya modernización en los últimos años fue notable. Creció de un canal de televisión a una televisora con tres distintos canales y una Agencia Mexiquense de Noticias, única en su tipo en todo el país.
Lamentablemente, atendiendo a políticas de austeridad, el presupuesto del Sistema se redujo considerablemente y su fortalecimiento está en riesgo. Esperemos que no se cometa el error de otras administraciones al pensar que la comunicación solo es instrumental y no estratégica.
#TodoComunica
Las mañaneras, como campaña permanente del presidente AMLO en contra de sus opositores, han resultado muy efectivas; sin embargo, en el fondo, las personas sí distinguimos hechos de dichos.
Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEMéx.
Presidente del Consejo Ciudadano del Sistema Mexiquense de Medios Públicos. X: @RJoyaC