La madrugada del 25 de octubre Otis, golpeó terriblemente muchos municipios de Guerrero, entre ellos Acapulco, aquel puerto en el que muchos tenemos recuerdos, simplemente había desaparecido ante la fuerza de la naturaleza dejando a miles de familia en el desamparo.

La crisis humanitaria que hoy se vive en la región, refleja de cuerpo entero a una administración que ha carecido de eficiencia, sentido de realidad y humanidad, al día siguiente la nota se centraba en una sola persona que en lugar de agilizar la situación, se trasladaba por tierra, cuando los caminos estaban cerrados, los se esfuerzos se enfocaron en sacar a un hombre del lodo, ¿en qué momento eres más importante tu que las miles de familias desesperadas?, ¿en qué momento tu popularidad es más importante que estar coordinando labores de atención?, ¿en qué momento puedes sonreír ante la desgracia y el dolor?

¿Pudo prevenirse? Hay mensajes que demuestran que se pudo hacer actuado antes, pero la indiferencia, omisión y descuido se impusieron como sello de la casa, una Gobernadora ausente, que ha aparecido muy lejos de la cruda realidad, una Presidenta Municipal que justifica los robos llamándolos cohesión social, ante su falta de acción.

¿Con qué corazón gobiernas? cuando utilizas más de 20 minutos para continuar fortaleciendo un discurso de odio y la desacreditación de los que llamas adversarios, mientras la gente sigue desesperada por un vaso de agua. ¿Con qué corazón gobiernas? Al pedir que no se reciba ayuda de la Sociedad Civil Organizada, cuando son estas organizaciones quienes han atendido lo que esta administración omisa e indiferente no ha logrado atender.