El primer cine-club que hubo en el mundo para el encuentro de cineastas con el público surgió en Francia en 1920, un cuarto de siglo después del nacimiento del cine, lo fundó Louis Dellue y junto con León Moussinac, crearon una crítica para el cine inteligente, tres lustros después ya había miles de clubes dedicados a la exhibición de cine y a la apasionada discusión del asunto.
El primer cine-club de México, filial de la Film-Society de Londres y de la Ligue de Cine-Clubs de París, se organizó en 1931, emulaba los cine clubs extranjeros exitosos, procuraba un fin social no lucrativo mediante la exhibición de buenas películas europeas, americanas, asiáticas y de vanguardia, implantar un sistema con la exhibición de películas científicas, mostrar la historia del cine mediante exhibiciones retrospectivas, dictar conferencias acerca de la importancia estética, científica y social de la cinematografía mexicana y crear el ambiente propicio para su fomento; todo adaptado a nuestra realidad.
Al final de la II Guerra Mundial el movimiento alcanzó gran importancia en Europa, reflejándose en América, aunque lentamente, pues en 1960 solamente 7 países hispanoamericanos disponían de cine-clubs: Argentina, Brasil, Cuba, México, Perú, Uruguay y Venezuela; Guatemala tuvo uno fugaz.
Para 1954 se consolidaban nuevos cine-clubs y para 1955 México ya tenía, entre otros, el “Cine-Club Progreso”, el “IFAL”, el “Cuauhtémoc”, el “Amigos de la Cultura”, el “Juventud Israelita”, el “Juventud Española”, el “Bonampak”, el “Cine-Club de la Universidad”, el “Cine-Club Ajef” después “Georges Sadoul”.
En marzo de 1963, con la presencia del doctor Gustavo Baz Prada, gobernador del Estado de México y del licenciado Manuel González Casanova, fue puesto en marcha el primer cine-club de Toluca; en la función inaugural se proyectó la película: Hiroshima, que relataba los horrores de la explosión atómica.
Paralelamente se distribuyó el folleto ¿Qué es un Cine-Club?, escrito por el citado González Casanova y publicado por la Sección de Actividades Cinematográficas de la UNAM, que explicaba los cine-clubs, la defensa del cine, los cine-clubs de México, cómo organizar uno, se informaba sobre las distribuidoras de películas en 16 y 35 milímetros, los distribuidores en provincia, las embajadas, consulados y legaciones que prestaban cintas, las organizaciones culturales afines al movimiento, así como una bibliografía útil.
La ciudad de Toluca con aproximadamente 200 socios iniciaba el trabajo de promover los diferentes ángulos del arte cinematográfico, ofreciendo funciones en el auditorio del Sindicato Mexicano de Electricistas, en el Centro Escolar Miguel Alemán, en la UAEM y otros sitios, esfuerzo importante en la cultura cinematográfica local, logrando que los espectadores se fijaran en aspectos como: la adaptación, dirección, actuación, fotografía, ambientación, diálogos, doblajes y tantos más. Un gran paso.
*Cronista municipal de Toluca.