El pasado 8 de julio, el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) entregó la Constancia de Mayoría y Validez de la elección de Gubernatura a la maestra Delfina Gómez. Apenas nueve casillas de las más de 20 mil instaladas fueron anuladas por el Tribunal Electoral. Los resultados definitivos de la elección del pasado 4 de junio confirmaron el triunfo a la abanderada de los partidos Morena, PT y PVEM, por tres millones 360 mil votos. Este número de votos le valió la victoria en 95 de 125 municipios y en 36 de los 45 distritos, lo que refleja el contundente respaldo popular que acompaña a la hoy gobernadora electa.
Con la entrega de la Constancia de Mayoría arranca una nueva etapa para la gobernabilidad del Estado de México. Se trata de un evento trascendental para la vida de esta entidad, que no ha conocido la alternancia en el titular del Poder Ejecutivo.
Será el 15 de septiembre que la maestra Delfina Gómez rinda protesta como gobernadora del Estado de México para el periodo 2023-2029, ante las y los 75 diputados integrantes de la actual Legislatura del Estado de México. Y a partir del 16 de septiembre, arrancará su periodo constitucional como Gobernadora del Estado de México, según lo establece la Constitución Política local.
En términos políticos este triunfo electoral representa la conclusión de un proceso de alternancia en el Estado de México a nivel municipal, donde la izquierda empezó a ganar principalmente en el oriente del estado. Sin embargo, a pesar de ello y del triunfo histórico de Morena a nivel nacional en 2018, el Estado de México seguía siendo una ave exótica con sus largas nueve décadas de control priista en el Poder Ejecutivo. Así que el haber ganado la gubernatura por parte de Morena a través de las urnas y en manos de una mujer, es un cambio histórico para la entidad por doble partida.
Este triunfo por parte de Morena y partidos aliados tiene una connotación nacional, y le suma a Morena un importante control territorial hacia la elección del 2024. En este sentido, las primeras acciones de la siguiente administración estatal tendrán relevancia no solamente para las y los mexiquenses, sino también a nivel nacional, considerando que el Estado de México “aporta” casi 13 electores de cada 100.
Por ahora, ya arrancó el proceso de transición del gobierno del Estado de México, en el que sobresalen áreas prioritarias como seguridad, rendición de cuentas y lucha contra la corrupción, la política social, políticas de género, movilidad, desarrollo económico, agua y medio ambiente, entre otras, en un contexto enormemente complejo que deja ver el tamaño de los retos que hereda la futura gobernadora.