Desde el inicio del actual gobierno federal, más personas mexicanas viven con hambre. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares del INEGI, la pobreza alimentaria (porcentaje de familias en pobreza sin capacidad para obtener una canasta básica alimentaria, aun si se hicieran uso de todo el ingreso disponible en el hogar) creció en cinco puntos porcentuales de 2018 a 2020, y llegó al 60 por ciento un año después.
Ante esa crisis, el gobierno mexicano fue insolente, no incrementó la ayuda focalizada a través de los programas sociales que ya existían e iban avanzando, ni creó nuevos. De hecho, los redujo pues, en 2018 cerca de la mitad de los hogares en pobreza contaba con beneficios de algún programa social, pero en 2020 esa proporción bajó al 38 por ciento, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social. Esto es alarmante, en 2018 el 57 por ciento de la población en hogares con inseguridad alimentaria moderada y severa no recibía ningún apoyo público, para 2020 esa proporción aumentó al 63 por ciento, y nada parece anunciar que esto vaya a cambiar cuando contemos con las evaluaciones que están en curso.
Esos datos, como tantos otros, el gobierno federal no los ve, y menos llama la atención de sus seguidores sobre los mismos, pero eso no significa que esa información pase desapercibida para las personas, en especial para quienes han padecido el desdén de las autoridades federales. Evidentemente hay descontento social, así sea sotto voce, inaudible para ciertos gobernantes y desapercibido para las encuestas electorales, hasta ahora.
Pero las evidencias demuestran que, a contrapelo de la narrativa gubernamental, las personas mexiquenses pobres no votan por MORENA. En las elecciones de diputados federales de 2021 en los municipios donde es mayor el número de personas pobres extremas, triunfó la coalición Va por México, integrada por PAN, PRD y PRI. En los distritos correspondientes habitan 984 mil personas en pobreza extrema; en tanto que Morena y sus aliados, ganaron donde viven 630 mil. Hubo 350 mil votos de diferencia entre ambas zonas, de acuerdo con análisis de Big Data México. Las personas extremadamente pobres del Edomex, abandonadas por el gobierno morenista, prefirieron votar por Va por México, que por Juntos Haremos Historia.
En las elecciones no hay sorpresas, sino sorprendidos. Todo indica que nuevamente, los segmentos más pobres de la población saldrán a votar y lo harán a favor del PRI, el PAN, el PRD y ahora PANAL. La sorpresa será todavía mayor si tiene éxito el llamado que están haciendo organizaciones sociales a la llamada clase media, a votar por “la candidata valiente”. Esta es una, entre otras razones que explican por qué va a ganar Ale. Esto dicen los datos que las encuestas electorales no detectan, porque no han tenido el cuidado de otear quiénes se ocultan, en las columnas “No ha decidido su voto, no sabe o no contestó”, que se publican junto a las gráficas de tendencias de votación.
@HuicocheaAlanis