Poco antes del tres de noviembre, el Instituto de Estudios Gubernamentales (IGS) de la Unidad de California, Berkeley; publicó los resultados de una encuesta que se administró en línea, del 16 al 21 de octubre de 2020, entre 6,686 votantes registrados en el estado de California, de los cuales se consideró que 5,352 probablemente votarían o ya habían votado en las elecciones presidenciales.
La encuesta se basó en cinco cuestionamientos: ¿Qué tan probable cree que la actual elección presidencial se lleve a cabo de una manera justa y abierta?; En comparación con votar en persona en las urnas ¿Tiene más confianza en que su voto se contará al votar por correo, menos confianza o tiene la misma confianza al usar cualquiera de los métodos?; Está de acuerdo o en desacuerdo con la siguiente declaración: “Me preocupa que muchos estadounidenses no respeten el resultado de las elecciones presidenciales de este año”; ¿Qué tan probable cree que el país experimente violencia si hay disputas sobre la exactitud de las elecciones presidenciales?
Con respecto a la última pregunta, el resultado de la encuesta señala que la mayoría de los participantes esperaban violencia de existir disputas sobre el resultado de las elecciones. El 44% de los encuestados consideraba como muy probable que hubiera violencia ante esta situación, y el otro 44% preveía la violencia como un resultado algo probable. De igual modo, se expresa que los partidarios del presidente Trump son algo más propensos que otros a pensar que se producirá violencia en caso de que haya dudas sobre el resultado de las elecciones presidenciales. Además, los más jóvenes también son más propensos que los votantes mayores a sentirse así.
El cinco de noviembre, sin que se concluyera con el cómputo de la votación en todos los estados, se identificó una ligera ventaja a favor del candidato demócrata Joe Biden, lo que provocó un mensaje del presidente Trump que la prensa internacional calificó como ‘sin precedentes’: “Si contamos los votos legales, ganamos fácilmente. Si cuentas los ilegales, nos van a tratar de robar”, en el discurso no aportó pruebas de lo dicho.
Tres grandes cadenas de televisión: ABC, CBS y NBC, tomaron la decisión de interrumpir la transmisión por el peligro que implicaban las declaraciones del presidente Trump. Las televisoras que mantuvieron su emisión fueron CNN y Fox News, no obstante, Jake Tapper (CNN) y los presentadores de Fox News, señalaron que el presidente Trump acusó falsamente a la gente de intentar robar las elecciones, y atacó a la democracia a través de múltiples mentiras, sin que exista prueba alguna de la existencia de un fraude electoral.
Twitter censuró algunos de los mensajes del presidente Trump emitidos con posterioridad a su discurso, en razón de que calificaba a Filadelfia, ciudad clave en la que no había concluido el conteo de votos, como: “uno de los lugares más corruptos del país” e insistió en que no permitiría que “robasen la elección”.
Para concluir, la ciudadanía estadounidense, así como las instituciones, los medios de comunicación y las redes sociales, están dando una clara muestra de respeto y confianza en la democracia expresada a través de las urnas, los discursos incendiarios basados en la desesperación y el odio pueden causar un serio impacto en la estabilidad social de cualquier nación, pero cuando las reiteradas imputaciones de fraude y corrupción carecen de pruebas se traducen en mostrar a su emisor como un mentiroso crónico carente de credibilidad; definición de falaz.
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