El resultado puede desencadenar cambios en la política migratoria, de seguridad, comercial y de inversión entre México y Estados Unidos. La sombra del trumpismo nacionalista puede tener repercusiones a corto plazo, sin embargo, en el mediano plazo, es posible que la relación tienda a estabilizarse. Parece que la narrativa democrata le conviene más a México, sin embargo, las sobreexpectativas podrían caerse rápidamente, y generar inconformidad entre la comunidad hispana de Estados Unidos.
El próximo martes 5 de noviembre se celebrarán las elecciones presidenciales en Estados Unidos, con el que compartimos una frontera de cerca de 3200 kilómetros, es nuestro principal socio comercial, y el hogar de cerca de 35 millones de mexicanos que han migrado en diferentes periodos y que regularmente envían parte de sus ingresos a sus familiares en México. Sobra decir que estas elecciones tienen una importancia sustantiva, pues dependiendo el resultado, pueden cambiar la dinámica de las relaciones, la política migratoria, el comercio, y la inversión entre ambos países.
El sistema electoral de Estados Unidos es complejo y se compone de varias etapas que incluyen elecciones primarias y elecciones generales que contemplan la combinacion del voto popular, y un colegio electoral de 538 votos, de los cuales el partido triunfador debe contar con al menos 270.
En las elecciones del 2000 y 2016, los candidatos del partido democrata aventajaron a los del partido republicano, sin embargo George Bush, y Donald Trump ganaron el colegio electoral, y pasaron a ser oficialmente Presidentes de los Estados Unidos. La inconsistencia entre el voto popular, y el colegio electoral ha generado diversas criticas al sistema electoral del vecino pais, tachandolo de injusto, sin embargo el formato se mantiene, y es legal.
Debido a la sofisticacion del proceso, las encuestas que miden el voto popular, mas alla de las limitaciones implicitas, no son suficientes para estimar el resultado.
Proyecciones y pronosticos de historiadores, economistas, politilogos y matematicos abonan a la prediccion electoral. Entre los mas famosos se encuentra Nate Silver, Lichtman y otros mas que combinan modelos que incluyen encuestas, comportamiento de la economia, gestion del partido gobernante, y otras variables para ofrecer proyecciones de la eleccion.
Hasta antes de la renuncia de Joe Biden como precandidato, el republicano Donald Trump aventajaba ampliamente en las encuestas, sin embargo la irrupción de Kamala Harris como candidata vino a refrescar la campaña y a registrar una ventaja de más de 5 puntos, sin embargo esta se ha reducido a menos de 2 puntos en el promedio de encuestas publicadas, anticipando una de las elecciones más cerradas, de pronóstico reservado.
Las encuestas nacionales a población abierta le dan una mínima ventaja a la candidata democrata Kamala Harris, sin embargo en los pronósticos del colegio electoral, los resultados se dividen entre ambos candidatos, dándole una ligera ventaja a Trump, lo que podría llevarlo a ser Presidente de los Estados Unidos por segunda ocasión con un estilo de gobernar proteccionista, y antiinmigrante.
Para ganar la elección presidencial, un candidato necesita al menos 270 votos electorales de un total de 538 en el Colegio Electoral. Los votos de cada estado varían en función de su población, y los candidatos han concentrado sus campañas en 7 estados como Pennsilvania y Georgia en los que se encuentran prácticamente empatados.
El resultado puede desencadenar cambios en la política migratoria, de seguridad, comercial y de inversión entre México y Estados Unidos. La sombra del trumpismo nacionalista puede tener repercusiones a corto plazo, sin embargo, en el mediano plazo, es posible que la relación tienda a estabilizarse. Parece que la narrativa democrata le conviene más a México, sin embargo, las sobreexpectativas podrían caerse rápidamente, y generar inconformidad entre la comunidad hispana de Estados Unidos.
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