Típicamente, en el sistema político mexicano, el Presidente en funciones cumplía el rol como jefe de Estado, jefe de gobierno y jefe del partido en el poder.
Considerando el activismo político de AMLO, y el evidente poder del obradorismo, el ex presidente continuara siendo el referente, líder de facto y moral del partido gobernante Morena, al menos hasta que la Presidenta decida lo contrario.
Considerando el fuerte liderazgo de Andrés Manuel Lopez Obrador (AMLO) como fundador y guía de Morena, e impulsor de Sheinbaum, se ha especulado como podría influir en el nuevo gobierno.
De acuerdo a la teoría de escenarios, podrían desarrollarse al menos tres, empezando por el de la continuidad completa, el cambio incremental, y el menos probable, seria el de la autonomía y distanciamiento progresivo.
En el escenario mas probable, se desarrollaría una profunda continuidad y alineación con la agenda marcada por el gobierno anterior. Bajo este escenario, Sheinbaum es percibida como la heredera de la Cuarta Transformación, consolidando las reformas en política social, energética y de seguridad. Lopez
Obrador seguiría siendo una figura estelar, políticamente activo, monitoreando que tan cerca o lejos se encuentra el gobierno del legado que dejo. El expresidente seguiría jugando un papel importante en la política detrás de escena, trabajando desde home office o de manera virtual, orientando o respaldando públicamente a Sheinbaum. Tradicionalmente, el Presidente saliente se retira de la vida publica, sin embargo, el régimen político esta cambiando, y bajo este escenario AMLO seguirá políticamente activo.
En un segundo escenario, podríamos ver el de un cambio incremental, pero moderado, dependiendo de la coyuntura se darían ajustes estratégicos, pero siguiendo una linea de continuidad. Los mas beneficiados podrían ser el sector privado y la oposición como aliados coyunturales. Podría haber cierta tensión con AMLO si considera que se desvía de sus principios o relaja ciertas políticas clave.
Finalmente, en el tercer escenario podría darse una autonomía y distanciamiento progresivo que daría por resultado un gobierno de Sheinbaum más independiente, alejándose gradualmente de la sombra de AMLO para forjar su propio legado y estilo de gobernar. Este distanciamiento podría darse por diferencias en temas clave o la necesidad coyuntural de Sheinbaum de marcar una nueva etapa. La relación con AMLO podría enfriarse. Sheinbaum buscaría afirmarse como una líder con su propio sello, diferenciándose de su antecesor sin romper del todo con la 4T. Sin embargo, en una declaración del líder fundador de Morena podría impulsar una revocación de mandato, lo cual seria riesgoso para Sheinbaum considerando el poder del obradorismo en el gabinete, en el poder legislativo, y en la dirigencia del partido gobernante típicamente, en el sistema político mexicano, el Presidente en funciones cumplía el rol como jefe de Estado, jefe de gobierno y jefe del partido en el poder.
Considerando el activismo político de AMLO, y el evidente poder del obradorismo, el ex presidente continuara siendo el referente, líder de facto y moral del partido gobernante Morena, al menos hasta que la Presidenta decida lo contrario.
Los tres escenarios para el presente sexenio dependerán de diversas coyunturas como la situación económica y social del país, las demandas sociales, y la evolución de la política internacional, pero el de la continuidad profunda resulta ser el mas probable y lógico a menos que aparezca algún evento disruptor como una crisis o el rompimiento del bloque interno, lo cual hasta ahora, parece poco probable.
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