Los resultados del 2 de junio arrojan un sistema de partidos dominante, con un poder centralizado, lo deseable es que los contrapesos no se pierdan, que se cuente con una oposicion critica y con piso parejo para que la democracia, el dialogo y la pluralidad persistan en la sociedad mexicana.
La jornada electoral del pasado 2 dio como consecuencia un sistema de partidos de tipo dominante pues el partido gobernante por primera vez consiguio un mayor porcentaje de votos, y más ventaja en relacion a su adversario, al pasar de 53% con AMLO en 2018, a 60% con Claudia Sheinbaum en 2024, ganando en 31 de 32 entidades federativas, y alcanzado un contundente triunfo de casi 36 millones de votos, mas del doble que su adversaria Xóchitl Galvez. Uno de los efectos del resultado, es la desaparicion del PRD que no alcanzo el 3% necesario para mantener su registro como partido político nacional.
De acuerdo a los resultados de la encuesta de salida de parametro.com.mx, mas de la mitad de los votantes mexicanos lo hicieron para apoyar la continuidad del partido gobernante Morena, aprobaron mayoritariamente al Presidente, y mas de la mitad fueron beneficiarios de los programas sociales del gobierno federal. Por su parte, la oposición fracaso en su intento por desafiar la narrativa oficial, y quedo reducida a minimos históricos. Es un hecho que la estrategia y la imagen de los partidos tradicionales de PAN, PRI y PRD no impactaron en una sociedad en la que mas de la mitad de la población economicamente activa (PEA) gana menos de 15 mil pesos mensuales, segmento que es beneficiado por los programas sociales federales.
El historico triunfo genero una mayoria legislativa de los partidos que postularon a Sheinbaum para lograr mayoria calificada en la Cámara de Diputados, alcanzando alrededor de 370 de los 500 escaños legislativos, más de las dos terceras partes de los votos necesarios para aprobar reformas constitucionales. En el senado la coalicion de Sigamos Haciendo Historia de Morena-PT-Verde alcanza alrededor de 82 senadores, a dos o tres votos de las dos terceras partes del Senado que son 128.
Los contrapesos en las democracias son deseables, pero estos provienen de la voluntad popular, que en esta elección opto por darle la mayoria calificada al partido gobernante Morena y a sus aliados de PT y PV. Esperemos que los contrapesos vengan desde dentro del régimen, sin embargo cuando se cuenta con todo el poder, se esta mas cerca de la arbitrariedad y el abuso.
En febrero de este año, el Presidente López Obrador anuncio una seria de reformas legislativas para consolidar su gobierno, y dejar un legado al próximo gobierno, entre las que destaca la reforma al poder judicial que contempla la reduccion de miembros de la suprema corte de justicia, y la elección de estos por voto popular, la cual podria ser aprobada durante el periodo en el que entra la nueva legislatura y termina este sexenio. Dicha reforma ha puesto nerviosos a los mercados, que muestran preocupacion por el cambio de reglas del juego y la falta de contrapesos institucionaes. Uno de los efectos ha sido la caida del peso contra el dólar al pasar de 16.7 pesos a 18.7 en unos cuantos dias. Ante esto, el Presidente ha respondido con una nueva frase celebre sosteniendo que la justicia esta por encima de los mercados, asumiendo que absorbera los costos, y que la volatilidad sera temporal.
Los resultados del 2 de junio arrojan un sistema de partidos dominante, con un poder centralizado, pero lo deseable es que los contrapesos no se pierdan, que se cuente con una oposicion critica y con piso parejo para que la democracia, el dialogo y la pluralidad persistan en la sociedad mexicana.
