Dentro de la amplia gama de manifestaciones culturales de México antes de la Conquista están las bebidas alcohólicas que eran creadas principalmente a base de semillas, pero también utilizaban miel y de diferentes cactáceas.
En Yucatán se bebía balché, vino ceremonial de miel; se hace fermentando la corteza del árbol (balché) previamente secada al sol con miel de abeja y agua, su uso está enfocado a los rituales agrícolas el cual se arroja a los cuatro puntos cardinales.
En el norte de México se hace vino con las tunas de las diferentes cactáceas, por ejemplo con las semillas del sahuaro se prepara una bebida en el desierto de Altar llamada návait en lengua o’odam o pápago.
Lo anterior se describe en el artículo: Bebidas anteriores a la Conquista que se publicó en el Portal México desconocido, el cual agrega que otra bebida intermedia entre el pulque y el mezcal, es el vino de maguey. Para preparar el licor se le quitan las hojas al corazón o bulbo. Se hace la tatema y se deja fermentar.
Una industria de peculiar importancia en la vida de los tarahumaras es la fabricación de cerveza nativa, un licor llamado tesgüino, el cual usan en todas sus ceremonias, actualmente se prepara haciendo germinar los granos de maíz en canastas planas hechas para este fin.
Entre los huicholes, el nahua se prepara igual que el tesgüino, se utiliza para curaciones, como pago a quienes ayudan al desmonte y en toda ceremonia o fiesta del pueblo, también es ofrenda, se bendice y se trata con reverencia.
En los entierros, en cambio no se bebe: se prepara para el difunto y se llena un guaje que sólo se ofrenda en la dirección del poniente, donde está el camino de los difuntos. También del maíz fermentado se hace el chicha, izquiate o sendecho.
El pulque deriva del agave era sumamente popular, había reglas bastante estrictas de quienes podían beberlo, además de que el exceso de su consumo ya que la embriaguez no solo era mal vista, sino prohibida y penada.