La fantasía de algunos hombres de que su pareja tenga intimidad con otra persona se hace realidad cuando algunos comienzan en el denominado estilo de vida swinger “pero esto no es para todos”, señala de manera tajante el sexólogo Eduardo Licona.
El especialista en temas de sexualidad reveló que las parejas que se introducen en este estilo de vida necesitan una verdadera estabilidad emocional para no involucrar sentimientos, pues esta decisión “puede romper la relación y lastimar demasiado, sobre todo a las mujeres”.
No, recalcó el especialista, el estilo de vida o swinger “no es para todos, pues a las parejas sin la adecuada seguridad puede destruirlas, aunque en quienes se han integrado de manera correcta hasta les sube la autoestima”.
Ciertamente quienes se aventuran a entrar en este estilo no tienen los caractemas de fidelidad o exclusividad y esa apertura les permite experimentar sin mayor problema, específica, pero conozco varios casos donde la mujer no se siente feliz con esta situación pero la soporta, es decir, se sacrifica para complacer a su pareja. Esa situación les provoca angustia, más que placer.
BENEFICIOS
Por ejemplo, algunas mujeres maduras -y no tanto- se sienten queridas, deseadas y que pueden seducir, eso les ayuda; lo mismo pasa con los varones, quienes se pintan el pelo, hacen ejercicio, es decir, los revitaliza. Además derrumba la idea que este tipo de aficiones esté reservado para determinados estatus sociales, económicos o académicos pues en diversos sitios pueden convivir las personas de todos los niveles, ya se que se trata de un ambiente que permite la inclusión.
EXCLUIDOS
También existe una situación negativa, he conocido experiencias de quienes viven este estilo de vida con angustia pues deben hacerlo de manera clandestina, a escondidas, por el temor de ser descubiertos e identificados por algunos conocidos que los juzgarían y criticarían.
Es que esa doble moral que a veces vivimos en esta ciudad o algunas comunidades nos lleva a descalificar, abundó.
La mayoría de parejas que se han integrado en este ambiente le temen al juicio de los demás o que les digan sus hijos, acotó Licona, por eso muchos de los residentes de Toluca buscan sitios en la Ciudad de México, Guadalajara o Cuernavaca para evitarse problemas.
Sin duda este estilo de vida en Toluca está en pañales, recalcó. Si hay algunas casas o sitios swinger creo que la variedad es poca pues en las otras ciudades mencionadas existe mayor apertura, sobre todo en la Ciudad de México pues estamos a cincuenta minutos de distancias pero la brecha es abismal en la apertura. Pero ya muchas personas se están dando permiso de una mayor apertura sexual, están rompiendo tabús.
Las parejas participantes no siempre son matrimonios (algunos son amantes, amigos o hasta los novios) quienes practican esta actividad que se caracteriza por explorar o experimentar con otras personas sin tener el problema de la fidelidad sexual; sin embargo, como cada persona es un universo, cada swinger es diferente. Cada quien percibe diferente el ver y sentir a sus parejas con otras personas, no se tiene caractemas fidelidad o exclusividad, es decir, el intercambio es simplemente recreativo y los encuentros se realizan en hoteles ordinarios, especializados en esta temática o en casas particulares, aunque “en nuestra ciudad esta práctica aún está en pañales y muchos prefieren acudir a otros lugares para evitar que los reconozcan”, acotó.
Sin duda ese tipo de relaciones se mantienen en la clandestinidad pues en Toluca existe cierta moral que los descalifica y obliga a esconderse.
CONSEJOS
Sin duda muchas parejas tiene esta “espinita” pero eso no debe ser de una manera unilateral, es decir, que sólo uno de ellos decida hacerlo y “arrastrar” al otro u otra a que lo haga, eso no se debe permitir porque “todo tipo de relaciones debe ser consensado”, recalca el especialista.
Es más, antes de cualquier intercambio es recomendable que después de platicarlo puedan acudir a observar en alguna de estas reuniones pero sin participar y eso les dará un panorama más amplio. Luego ya pueden realizar algún tipo de interacción entre ellos y cuando se sientan preparados, aceptar a alguien más para experimentan su sexualidad de manera abierta y clara sin olvidar jamás antes de cada paso o etapa preguntar ¿cómo estás o cómo te sientes?, eso es vital para no caer en angustia u obligaciones, es decir, que cada acto ea aceptado y nunca obligado.
Quien padece de celos no podría entrar a este estilo de vida, asevera Eduardo Licona, ni tampoco creer que cuando alguna relación está fracturada o con problemas se curar con entrar en este ambiente pues sólo es para parejas que se conozcan mucho y estén bien fundamentados además de no tener problemas de fidelidad sexual o exclusividad corporal además de comprender plenamente que se trata de simple genitalidad para sentir placer.
Quizá no haya una edad exacta para ingresar en este estilo de vida, señala el terapeuta sexual, pero quienes ya tiene varios años junto son menos vulnerables al rompimiento, mientras las parejas de jóvenes (amigos, novios o matrimonios) pueden no tener la solidez ni el conocimiento de la otra parte y naufragar. Lo más importante es que ambos estén conscientes del paso que dan al abrir su sexualidad a otras personas.