No es de Dios, no se vale, así no se puede, yo tan acostumbrado a manejar cuidando el carro para no caer en ningún bache, que digo bache, cráter seria la palabra perfecta y acá desde donde te reporto, en Calella España comarca de Maresme provincia de Barcelona, no hay baches, de verdad es en serio no hay baches y eso no es todo, aquí la gente de manera muy rara, separa su basura y la pone en contenedores que hay por toda esta ciudad del tamaño de San Mateo Atenco, estos contenedores siempre se encuentran en tercios uno para la comida, otro para los plásticos y el otro para cartón vidrio y aluminio, pero eso no es todo…el camión de la basura pasa después de las 10 de la noche, pobres hombres no han de dormir, estoy verdaderamente consternado.

¿Y que hay de la seguridad?

No sé en otros lugares, pero aquí en Calella a 70 kilómetros de Barcelona, parece que no hay suficientes patrullas o policías o motos o bicicletas, bueno no tienen caballos que se desboquen, no hay casi nada, no exagero en 5 días de estancia por estos lares, mis ojos que todo lo ven solo han contado 2 policías a pie, 4 bicicletas con policía incluido y cero patrullas, no sé cómo pueden vivir con tan poca seguridad de seguro con el Jesús en la boca.

Extraño Toluca, pero no el chorizo aquí encuentras muy bueno a muy buen precio, en general todas las carnes frías, y yo que en mi pueblo me siento fifí por comer jamón serrano, con un tinto de la rioja y un manchego semicurado, pues acá me hicieron sentir un chairo, me explico… en Toluca 100 gramos del jamón serrano de regular calidad cuesta alrededor de 90 pesos es decir 900 peso el kilo, un reserva de la rioja no menos de 400 pesos y el quesito semicurado 940 de a peso el kilo, es decir me gasto para tomar un par de copitas con mi esposa unos 700 pesos, pero en calella todo eso se vende prácticamente en la tienda de la esquina, y lo puedes conseguir en 300 pesos, mismos productos o mejores, no se necesita ser fifí, con ser chairo es suficiente

Seguiré reportando desde Europa, la siguiente semana las aglomeraciones de la sagrada familia en Barcelona, pero nunca como las de la basílica de nuestra señora de Guadalupe.

De aquí y hasta la próxima que nos volvamos a escuchas sean inmensamente felices.

Comentarios en Facebook a Hugo Garcia, no me acuerdo de mi Twitter ni de mi Instagram, pero por ahí los tengo.

Un abrazo.