Importante considerar temporada para almacenar alimentos: experto

A la hora de comprar es importante considerar el incremento de la temperatura a lo largo del día pues las altas temperaturas, sumado a la contaminación ambiental, tienden a descomponer más rápido los alimentos

Adriana García | El Sol de Toluca

  · sábado 18 de julio de 2020

Foto: Cuartoscuro


Al continuar el confinamiento domiciliario por el Covid-19, es importante considerar la variación climática para la compra y almacenamiento de alimentos, así lo recomendó, el profesor investigador de Facultad de Geografía de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Carlos Constantino Morales.

Mencionó que aun cuando prevalece la temporada de lluvias en la mayoría de las regiones de la entidad, es importante considerar el incremento de la temperatura a lo largo del día pues las temperaturas altas, sumado a la contaminación ambiental, tienden a descomponer más rápido los alimentos.

“Se descomponen más rápido los alimentos, ahora por la contingencia sanitaria por el Covid-19 mucha gente almacena alimentos y trata de mantenerlos por mucho tiempo para no salir tan seguido del hogar”.

No obstante, advirtió que a pesar de que los alimentos se encuentren en refrigeración se descomponen a causa de hongos y bacterias.

Aunado a esto, el especialista indicó que la formación de tolvaneras también son fuente de contaminación que afectan a los alimentos e incluso recordó que la lluvia ácida corroe las plantas y otros organismos vivos, así como banquetas o monumentos.

En Toluca se empieza a acumular la contaminación cuando deja de llover, porque los vientos no son suficientes. quien lava y limpia la atmósfera son las lluvias.

Recordó que en la entidad en ciertas zonas se registró un retraso de las lluvias lo cual sucede cada cinco años aproximadamente ya que “hay fenómenos determinantes que influyen en la sequedad de la atmósfera”.

Como resultado de esto, destacó que este año se apreció un ambiente seco además de que tuvo presencia la oleada de polvos provenientes del desierto del Sahara, los cuales resecaron la atmósfera y cuyo efecto se notó más en la península de Yucatán.

Pese a esto, aclaró que dicho fenómeno no fue propio de México sino que tuvo repercusión en Estados Unidos y otras naciones de Sudamérica y Centroamérica.

Seco la atmósfera. Esos días fueron relativamente secos para todos los estados de la República.