Usar un dispositivo móvil para el uso de captura de imágenes y videos acentúa la intervención de la tecnología en las relaciones humanas, sobre todo a la hora de generar contenidos audiovisuales y producirlos ya que siempre estarán sujetos a una intención. La tecnología no actúa por sí misma, ni de forma autónoma, el ser humano toma decisiones sobre ella.
Las reacciones en Facebook, las imágenes o videos compartidos obedecen a una intención del emisor en función de la relación que mantiene con otro que se vuelve receptor, se espera una respuesta por parte de quien recibe cierto contenido. Aunque la preservación de los momentos a través de imágenes tiene un significado muy particular en la vida humana.
Los individuos sociales buscan preservar el recuerdo, por eso utilizan sus dispositivos para generar un registro del momento específico que constituye una parte de su vida, siendo consiente del riesgo de que ese instante vivido puede no volver a repetirse, por eso se atrapa con el celular. El móvil se ha vuelto una forma de almacenar recuerdos.
- Por si no lo viste | Reflexiones en textos cortos: Leer más para volverse un galán
Las relaciones sexuales y la exhibición del cuerpo humano están atravesados también por la tecnología, generar un registro es una forma de almacenar el cuerpo que se muestra y al mismo tiempo reforzando la idea de seguir siendo espectador en lugar de protagonista. El mundo digital también nos ha transformado, nos gusta vernos en pantalla.
Desvestirse frente a otro es un acto de confianza no escrita, implícita. Se busca generar algo en quien recibe las imágenes de un cuerpo desnudo, y al hacerlo se otorga al ejercicio de mostrar el cuerpo un sentido de exclusividad, es decir, sólo tú estás recibiendo un contenido específico. Plataformas como “Onlyfans” ya han comenzado a monetizar la exclusividad de los contenidos sin censura ni algún tipo de restricción, y la falta de esto último es lo que hace atractiva a la internet.
Si la sustitución de la proximidad física por una imagen digital y la pérdida del control para distribuir fácilmente contenidos a través de internet, ya resulta preocupante. La intención de avergonzar y exhibir a las personas resulta atroz y mezquina.
- También puedes leer | Reflexiones en textos cortos: Cocinar para sobrevivir
Distribuir contenido de índole sexual subyace en una intención de perjudicar al otro, el sentido de exclusividad de haber otorgado a una persona de forma consiente imágenes sexuales, se prostituye cuando este se distribuye masivamente y se pierde el control del contenido mismo. McLuhan menciona que cuando el mensaje se emite, este deja de pertenecer al emisor y el significado final forma parte de las reacciones del receptor o de los receptores.
La vergüenza es un sentimiento social, de relación con los otros, cuando un contenido íntimo se distribuye, la exclusividad con la que esta se pensó originalmente sufre una ruptura, después la intimidad de la persona les pertenece a todos. La intencionalidad y las reacciones que pueden generarse estarán constituidas dentro de la ley. Pues si algo le puede resultar al ser humano impensable es volverse parte de todos sin quererlo.