Altiva, elegante, orgullosa, nunca soberbia, Praga se levanta a los costados del rio moldava para ser admirada.
Praga es como la venus de Europa, no necesita nada más, ni nada menos, para ser una pieza de arte.
No es mi deseo hablar de las maravillas de esta ciudad o de la historia de esta, que la tiene y en gran medida, baste saber que en el cuadrante que conforma el patrimonio cultural de la humanidad, el más extenso de todos en "el mundo mundial", no existe una calle, que digo una calle un rincón que no sea digno de una foto, no exagero, la ciudad esta detalladamente cuidada.
De acuerdo al reciente informe de top destinations, Praga es la sexta ciudad más visitada de Europa y la número 22 a nivel mundial, pero estoy seguro que en cuanto los japoneses y los chinos “descubran” esta ciudad rebasará a París y a Roma en el ranking mundial, tiene todo para que eso suceda.
Praga ofrece más que las construcciones, tiene la mejor cerveza del mundo, sigue siendo una ciudad muy económica para los turistas, la cerveza es tan buena y la oferta es tan extensa que una de las recomendaciones para escoger un restaurante de precio justo es fijarse en el precio de la cerveza y compararla con el precio del agua, la cerveza siempre debe ser más barata que el agua y nunca debe rebasar los 2 euros con 50 centavos, una cerveza en un supermercado va de los 50 centavos de euro a un euro con 20 centavos la cara, y cara no quiere decir mejor. La presentación de la cerveza siempre es de medio litro. Con la pena, pero es mucho mejor y más barata que la mejor cerveza mexicana ¡Se tenia que decir y se dijo!
Nos explicaban que en el proceso de la elaboración de la cerveza en la República Checa no se utiliza ningún proceso químico, solo son precisos aquellos procedimientos físicos que el propio liquido utiliza para tomar su color y olor característico, es decir no se le agrega nitrógeno, ni co2 para tener un producto más gaseoso, solo dejan que las propias bacterias del lúpulo sean las que llenen de espuma a este elixir, por cierto los checos son el país numero 1 del mundo en consumo per cápita, alcanzan hasta los 150 litros anuales y Praga ayuda en mucho a subir el promedio, pues aquí las personas en edad de beber contribuyen con 8 litros de cerveza ¡por día!. Nuestro guía nos solicitó amablemente que no demeritáramos tan loable esfuerzo y que ayudáramos a conservar el promedio de consumo de los Praguenses durante nuestra estancia y yo obediente como soy, pero sabedor que no podría con los 8 litros, me hice la promesa de por lo menos ayudar con 4 por día y pues… sí lo logre.
Después de la primavera de Praga de enero a agosto de 1968 en que se reestablecieron la libertades de reunión, expresión y prensa, Checoslovaquia fue intervenida por la URSS en lo que se le llamó el periodo de normalización, durante este periodo la policía secreta checa reclutaba 1 de cada 50 ciudadanos para ser espías al servicio del gobierno y tenían la consigna de reportar a cualquier actividad “sospechosa” de quien fuera, incluidos, padres, hermanos, hijos, tíos, amigos, es en este periodo que los habitantes de Praga diseñaron una clave para avisarse cuando tenían indicios de que entre ellos había o podía o inclusive avisar que uno era espía, al brindar chocaban los tarros, se miraban a los ojos y pegaban en la mesa con los mismos tarros antes de beber, si uno de ellos no bajaba el tarro esa era la clave para no mencionar nada político durante la reunión, esa costumbre aún se mantiene entre amigos y en los bares de Praga, claro que ahora esa particular forma de brindar no tiene esa connotación.
Praga es un panal de historias maravillosas, la defenestración, operación antropoide, las guerras suscitas, la primavera de Praga, la revolución de terciopelo, la princesa vampiro, y la mas reciente el comportamiento habitual de su presidente es Milos Zeman, un hombre que cumplirá 76 años y que tiene una gran afición por la cerveza de su país así como por otra bebidas con mayor nivel alcohólico, muchas son las anécdotas sobre su presidente respecto de esta particular afición y los memes sobre el son incontables, en todas partes se cuecen habas.
En mi lista de must return, en primer lugar, esta Praga y mi recomendación es que en tu lista europea pongas en primer lugar esta elegante ciudad, me lo vas a agradecer.