Una frase le llama la atención al exconsejero electoral Bernardo Barranco, coordinador del libro “El Infierno Electoral”.
Es una cita del candidato presidencial de la coalición Todos por México (PRI-Nueva Alianza-PVEM), José Antonio Meade, quien al cerrar su precampaña adelantó que se inspirará en la victoria del tricolor, obtenida en los comicios de gobernador del Estado de México, para ahora ganar la elección del primero de julio.
Barranco, quien es economista por la UNAM y especialista en asuntos religiosos, retoma la frase para explicar “El Infierno Electoral”.
“Hay algunos elementos que nos podrían indicar que efectivamente el Estado de México es un laboratorio, por lo cual los operadores de la actual elección (presidencial) pueden inspirarse.
“Ya lo dijo Meade: me voy a inspirar en el triunfo mexiquense para poder conquistar la presidencia de la República”, explica.
En “El Infierno Electoral”, donde distintos especialistas retratan la elección ganada por el priista Alfredo del Mazo, se detectan factores que habrían influido en el resultado final como la guerra sucia, el uso de programas sociales, la presencia del crimen organizado, y la inhibición de la participación electoral vía estrategias de miedo.
“En el caso del Estado de México no hubo factor determinante, absoluto, sino hubo un conjunto de estrategias que se fueron siguiendo, que sumadas dieron ese triunfo por media nariz que tuvo Alfredo del Mazo”, detalla Barranco.
Esto permitió, explica, que de un escenario de rechazo al PRI y al gobierno estatal se pasara a ser competitivos en los comicios de gobernador.
El también exconsejero del IEEM e INE detalla que ahora factores como el crimen organizado siguen presentes, pues de 2017 a la fecha han ocurrido alrededor de 90 asesinatos de actores políticos.
En la revisión de ese conjunto de variables, Barranco advierte similitudes, pues agrega, quienes operaron la elección de 2017 en el Estado de México, son el mismo grupo del tricolor que ahora está operando la elección federal de 2018.
“Por lo tanto sí puede haber algunas líneas, tendencias, prácticas que se repitan, es como lógico entenderlo, después de las derrotas que sufre el PRI en 2016, no se podía dar el lujo de perder el Estado de México en 2017, era entrar extremadamente vulnerables a 2018, eso es lo que refleja el libro”, anticipa.
LAS PIFIAS DE DELFINA
En el análisis de “El Infierno Electoral”, Barranco aclara que afortunadamente el país no es el Estado de México, por lo cual también habría diferencias entre ambos procesos electorales.
Además, también admite que en la elección de gobernador del Estado de México hubo pifias de la entonces candidata de Morena a la gubernatura, Delfina Gómez, quien no pudo explicar con aciertos mediáticos la forma en la cual se autoindemnizó como alcaldesa de Texcoco.
“La fortaleza de Delfina se basaba en el desencanto y en la frustración hacia el PRI, veían en Delfina una alternativa para poner fin a un cacicazgo monárquico que se ha establecido en el Estado de México, pero en realidad no era una candidata ni carismática”, señala.
Aunado a ello, describe, el PAN, PRD y Morena también incurrieron en la compra del voto, lo cual es un mal endémico no sólo en el PRI, pues estas prácticas también han generado escuela en la oposición mexiquense.
Otro hecho significativo radica en que después de los comicios de gobernador, el ahora candidato presidencial de Morena, PT y Encuentro Social, Andrés Manuel López Obrador, adoptó una posición más conciliadora.
Barranco también afirma que en la elección presidencial se percibe mucho mayor pragmatismo de todas las fuerzas políticas, a diferencia de la elección de gobernador en el Estado de México.
“Al estado le tocó más esa postura de identidades que se enfrentaban, izquierda, derecha, centro derecha, pero hoy en este proceso electoral se han desdibujado”, indica.