Desde hace más de un año, las reclusas del centro femenil Santa Martha Acatitla no tenían un concierto de música en vivo, fue gracias a la Fundación Reinserta y el patronato de la Orquesta Sinfónica del Estado de México que ayer alrededor de 400 mujeres y algunos niños -hijos de las reclusas- disfrutaron de la presentación de la Sinfónica mexiquense, dirigida por el maestro Pedro Urban.
En entrevista, Andrea Guzmán Parra, directora de eventos especiales del Posem, explicó que este concierto es el primero de muchos que realizarán de la mano con fundaciones como Reinserta, pues creen en el gran poder transformador de la música y la cultura, por lo que en breve darán a conocer la agenda de los músicos de las agrupaciones que patrocinan.
Explicó que los músicos siempre se mostraron con gran entusiasmo por esta presentación, así, emocionados, eligieron las piezas que integraron el repertorio.
Saskia Niño de Rivera, presidenta de la Fundación Reinserta, explicó que el 88% de la población femenina reclusa en México es madre, muchas de las cuales viven con sus hijos dentro de las prisiones. Explicó que en materia de perspectiva de género, el centro femenil de Santa Martha tiene buenas prácticas; aunque a nivel nacional aún exista gran trabajo por hacer, agregó que espera en breve dar a conocer mayor cantidad de actividades que vinculen a las reclusas con manifestaciones artísticas, como es el caso de este concierto.
Ambas instituciones apuntaron que la cultura puede ser un método poderoso para mejorar la calidad de vida de las mujeres que cumplen una sentencia o bien permanecen vinculadas a proceso.
El concierto empezó con algunos minutos de retraso; estuvieron presentes autoridades del sistema penitenciario de la Ciudad de México, la directora del centro femenil y los integrantes de las asociaciones involucradas en la realización del evento. Las mujeres que habitan Santa Martha ocuparon su sitio en el patio techado de esta prisión; las reclusas con sentencia portan vestimenta color azul marino, las que continúan en espera de la resolución de su caso visten en color beige. Mientras los músicos afinan sus instrumentos y alistan las partituras, ellas conversan entre sí, adquieren alimentos y bebidas para disfrutar del espectáculo musical.
El concierto para festejar el Día de las Madres comenzó con Las Mañanitas; el maestro Pedro Urban fue explicando cada una de las piezas interpretadas, primero "Pequeña serenata nocturna" de W.A. Mozart, luego "Primavera" y sus tres movimientos de Antonio Vivaldi, para lo cual José Urban fungió como violín solista.
"Danubio azul" de Strauss, "Vals sobre las olas" de Juventino Rosas y tres piezas de Agustín Lara fueron el cierre de la muestra musical, mismas que fueron aplaudidas de pie por las reclusas y el público en general, quienes entre palmas solicitaron una pieza más al ensamble de músicos, así, estos, entusiasmados, deleitaron con un popurrí de corridos de la Revolución mexicana.
Lizeth, con sentencia por secuestro y estudiante del taller de música que se imparte en el penal, calificó este concierto como una actividad refrescante. "Cuando realizan actividades usualmente son deportivas, ésta es la primera vez en un año que podemos escuchar a una orquesta en vivo, las compañeras del taller de música y yo nos pusimos de acuerdo y nos parece increíble poder tener aquí a los músicos" .
Ella recibe instrucción musical desde hace 4 meses, está aprendiendo a tocar el violín, algunas de sus compañeras tocan guitarra y algunos instrumentos de viento. La música, explica, les devuelve la esperanza, hace la sentencia más llevadera, les da propósito, las motiva a seguir.