Sin duda alguna los libros incrementaron su prestigio en estos quince meses de serias restricciones de movilidad. Acudimos a ellos para evadir, aunque fuera por unas horas, la angustia provocada por una situación tan inesperada como lamentable en tantos sentidos. Esos mismos libros que nos permitieron un alejamiento temporal de la realidad también fueron maestros involuntarios en la necesidad de expresar por escrito el horror de una pandemia y, uno de los mejores maestros es Chéjov.
Cuentos completos
Podíamos encontrar cuentos dispersos y siempre los mismos, pero Antón P. Chéjov escribió más de seiscientos relatos, la editorial Páginas de espuma los reunió en cuatro tomos en una edición preparada por Paul Viejo, quien aprendió ruso para verificar la adecuada traducción de muchos cuentos hasta ese momento aún no traducidos al español.
Este volumen de 1,060 páginas reúne la producción narrativa de dos años, 1885 y 1886, del joven Chéjov, ya maestro de la observación y la escritura a los veinticinco años, cuyos temas son tan actuales ahora como en la Rusia del siglo XIX, de ahí la vigencia de su literatura. Su estilo es tan natural y accesible como sus temas, la lectora/el lector, casi sin percatarse se sumergirá en la lectura de relatos más o menos breves que al final llegan a ser una novela.
Poeta, cronista, dramaturgo, pero mucho mejor conocido como el maestro del cuento corto, gracias a este gran esfuerzo editorial de varios años, superamos la visión parcial y con frecuencia muy pobre de Chéjov. La lectura de cada uno de los textos se enriquece con notas sobre la evolución narrativa del gran autor ruso. ¿Quieres aprender a escribir bien? Chéjov es indispensable en tu biblioteca, compra el libro, lee y estudia con este maestro en tu casa.