La pandemia del Covid-19 ha transformado el juego de los niños debido al distanciamiento social y quedarse en casa, en muchos casos sin acceso a los dispositivos móviles por su corta edad reduciendo su actividad con sus padres o hermanos.
Adicionalmente se tienen restricciones de compartir juguetes y evitar juegos donde implique el contacto físico, así que todas sus actividades están limitadas, por lo que surge el cuestionamiento de cómo será el juego de los niños después de la pandemia.
Lo anterior se describe en el artículo titulado: Cómo cambiará la forma en la que los niños jugarán a partir de la pandemia por Covid-19, el cual fue publicado en el portal de Infobae el 29 de mayo de este año.
Pareciera que con la pandemia es el final del juego como lo conocemos, por lo que viene el reto de adaptar a los niños para que no sufran la pérdida mientras pasa lo más difícil de la emergencia sanitaria, de acuerdo a lo mencionado por Randy Kulman, Ph.D. psicólogo clínica infantil, fundador de LearningWorks for Kids.
No obstante al momento la actividad del juego de muchos niños se ha centrado en una pantalla, pese a que durante mucho tiempo los pediatras y otros expertos han advertido a los padres sobre el tipo y la cantidad de juegos digitales que permiten a los menores, pero al volverse más populares los dispositivos también han ayudado al aprendizaje e interacción con otros niños.
El cambio de hábitos será uno de los resultados más inmediatos, Carina Castro Fumero, neuropsicóloga pediátrica, detalla que se está detectando el incremento del juego sedentario y la actividad física pasa a segundo plano, lo que trae problemas de salud mental, entre ellas la falta de sueño.
Pero dada la importancia de la actividad física y el ejercicio que es fundamental en los primeros años de vida para el desarrollo del cerebro, los padres deben encontrar alternativas de juego durante este tiempo.
Así que hacer ejercicio como parte del juego no debe sustituirse, la única opción es que la pandemia termine pronto para retomar los juegos tradicionales, de ser así los especialistas consideran que el impacto en el desarrollo del niño será mínimo.
Pero aún hay importantes retos, como el hecho de que al regresar al colegio los niños no podrán reunirse en los parques infantiles con niños que no conozcan, no podrán compartir juguetes, el juego será solitario por un buen tiempo, por lo que es fundamental que los adultos busquen estrategias para ampliar la gama de juegos.
Para algunos eso puede significar usar la tecnología para participar en actividades virtuales. Los padres ahora tienen el tiempo y la razón para jugar con sus hijos, de igual forma las familias pueden considerar comprar juguetes o herramientas que promuevan el juego creativo e imaginativo, como materiales de arte, figuras de acción, legos, bloques, muñecos y peluches, así que el Covid-19 no tiene que ser el final del juego como tradicionalmente se conoce.