El narcotráfico y la violencia son problemas que comparten Colombia y México, además de la corrupción, señaló Sergio Fajardo, alcalde de Medellín quien consideró a la educación como el motor de toda transformación.
Durante una conferencia dictada en las instalaciones del Tecnológico de Monterey Campus Toluca, el también ex candidato a la presidencia de Colombia, platicó su experiencia a lo largo de 23 años de política.
Explicó algunas de lo que llamó "lecciones aprendidas", en lo que consideró la transformación de Medellín del miedo a la esperanza.
Mencionó que en como alcalde de Medellín, confirmó las similitudes de Colombia con México, incluyendo el narcotráfico y por ende, la violencia y otras problemáticas.
Explicó cómo el narcotráfico se convirtió en una actividad a la que se sumaron muchos jóvenes de Colombia hasta sembrar miedo a través de la violencia e inclusive enfrentar al Estado, que a final de cuentas fracasó pero dejó un alto costo.
Si bien el narcotráfico, dijo Sergio Fajardo, también se convirtió en un problema muy común entre ambas naciones por su situación geográfica, en México se sumó la corrupción, pues se penetraron las instituciones.
“Algo que se dice es que México se estaba colombianizando en aquellos años, hoy se refiere que Colombia se está mexicalizando, pues hoy se habla en este país más del cártel de Culiacán y el Chapo Guzmán”, aseveró el ex alcalde de Medellín.
También, añadió, se comparten otros problemas, al igual que en América Latina, como lo es la desigualdad, violencia, que contribuyen a la destrucción del tejido social.
Así, manifestó que para enfrentar estos problemas, primero se lograron entender y fue así que se combatió a los mismos mediante la conjunción social, es decir aprender a conectar personas y tender lazos en una sociedad.
Para ello, detalló, se cultivó el respeto, reconocimiento, solidaridad, empatía, dignidad, mediante la formula basada en que los medios sean los que justifican el fin y no que el fin justifique los medios.
“Todo esto es un proceso de ir paso por paso, y la gran riqueza que todo gobierno debe tener es la confianza. Esa con plata no se compra coherencia y consistencia.
Asimismo, subrayó que la clave del cambio de Medellín, fue la educación, ya que afirmó, “eso fue el motor de la transformación, pero una transformación desde la familia, el colegio y el municipio. Educación-Legalidad-Paz”.