“La partida de Botero significa un momento para reflexionar sobre el papel la figura del artista en la contemporaneidad. Esta manifestación de interés global por su muerte nos demuestra que la figura de Botero es la de un artista que trasciende su propio entorno y la crítica del arte para ganarse el respaldo de la opinión pública y del amor general de hombres y mujeres, comunes y de a pie, quienes están de acuerdo con él en que el arte también tiene que ser cercanía”, comenta, en entrevista con El Sol de México, María del Rosario Escobar, directora del Museo de Antioquia, en Medellín, uno de los recintos museísticos con mayor número de obras del pintor.
La directora agrega que la obra de Botero, situó al arte colombiano, y a la ciudad de Medellín, en “un sitio luminoso”, al volverlos en referentes internacionales que permitieron abrir caminos en intereses más allá del campo artístico, como el del mercado y la exposición mediática. “Él decía que no había que tener ningún complejo, porque nacer donde se ha nacido es una gran ventura, que fue lo que hizo de nuestra identidad”, asegura.
Lee también: Muere Fernando Botero, artista de la voluptuosidad y la redondez
Este 15 de septiembre falleció, a los 91 años de edad, el pintor y escultor Fernando Botero, considerado como uno de los artistas más importantes en la historia de Colombia, luego de haber padecido complicaciones de salud, producto de una neumonía.
A contra corriente
Conocido internacionalmente uno de los más grandes exponentes del arte contemporáneo, Fernando Botero fue reconocido por su estilo figurativo, que destaca la representación de figuras y objetos con aspectos voluptuosos y redondos, por momentos casi fantásticos. Un estilo de tal particularidad que se le denominó “Boterismo”.
“El maestro realizó un profundo estudio sobre el volumen, el color y la sensualidad, así como de temas muy colombianos, pero que también son universales. Él influyó en la historia del arte a contracorriente, porque en varios espacios su obra no se parecía a lo que la crítica y otras búsquedas artística y curatoriales habían estado buscando, pero hay que estar orgullosos que ha sido el público quien ha dado el gran valor que tiene su obra.”, menciona Escobar.
Entre los temas que llegó a tratar el maestro colombiano, nacido el 19 de abril de 1932, se encuentran las mitologías grecolatinas, y escenas de la vida cotidiana; así como la naturaleza, la representación femenina así como representaciones críticas de la historia antigua y contemporánea de Latinoamérica y Europa, así como versiones propias de obras icónicas importantes artistas históricos como, como lo hizo con su famosa reinvención de La Gioconda de Leonardo Da Vinci.
Luego de estudiar en la escuela de Tauromaquia de La Macarena, en Medellín, el artista siguió su vocación como pintor. Para mantener sus estudios, fue ilustrador en periódicos locales, sin embargo el Colegio Bolivariano lo expulsaría por considerar sus dibujos y obras ofensivas. Luego terminaría sus estudios en la Universidad de Antioquia. También realizó estudios de pintura y escultura en diversos países europeos y latinoamericanos.
Después de una estancia en Europa, donde estudió en la Academia de San Marcos, Florencia, durante la segunda mitad de la década de 1950, el artista visitó México, recibió una gran influencia de artistas mexicanos, como Rufino Tamayo, así como de muralistas como Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. La directora, comenta que la relación con nuestro país fue demasiado “profunda”, e incluso íntima, pues familiares cercanos viven en nuestro país. “México fue un país que se convirtió en una gran influencia para él, que siempre lo acogió muy bien”.
Gran éxito internacional
Con esculturas y obras pictóricas evaluadas en millones de dólares por coleccionistas del mundo -tan sólo su escultura Hombre a caballo, fue subastada en Nueva York por 4.3 millones de dólares-, Botero logró convocar a cientos de miles de personas a sus exhibiciones, que rompieron récords. Entre ellas, la asistencia de 300 mil personas al Palacio de Bellas Artes, en 2012, en la Ciudad de México; y ciento 55 mil en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, en España.
Su obra ha sido expuesta en diversos países, donde tiene muestras temporales, públicas y permanentes, como México, Argentina, Colombia, Estados Unidos, España, Francia, La Ciudad del Vaticano, Reino Unido, Rusia, los Emiratos Árabes Unidos, Japón o Corea del Sur.
➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo
Con 189 obras que Botero llegó a donar en diferentes etapas de su vida al Museo de Antioquia, su actual directora asegura que la preservación y difusión de esta parte de su legado, será bien resguardada y dada a conocer, ahora que su legadotoma una dimensión trascendental.