Con varias toneladas de fruta traída mediante un trueque de Malinalco que fueron regaladas en el tradicional paseo por calles del municipio, miles de habitantes festejaron a su santo patrono San Miguel Arcángel; los que se portan mal reciben cinturonazos frente al santo y un día antes elaboran con cruces de pericón sus viviendas para que no el diablo no haga travesuras.
Sobre esta tradición, el profesor José Luis Hernández López, mayordomo de La Promesa de San Miguel Arcángel, indicó que esta festividad tiene origen hace aproximadamente 85 años y surgió a raíz de la ovación de los antepasados, pues se han dedicado al comercio.
Derivado de ello, dijo, pobladores de Almoloya acudían al municipio de Malinalco. De tal suerte, agregó que en una ocasión la cosecha falló en ese municipio derivado de la maldición de un sacerdote que corrieron y por lo mismo al enterarse de que en Almoloya del Rio había un santo muy milagroso, pobladores de Malinalco enviaron fruta como ofrenda.
Después de ese acto, destacó, al año siguiente su cosecha mejoro y por lo mismo, surgió un hermanamiento entre ambos municipios que hoy ya involucra a poco más de 26 grupos quienes visitan Malinalco y efectúan un trueque de ruta propia de cada zona.
En este año, la mayordomía principal le tocó visitar al barrio de San Guillermo en Malinalco -donde nació la tradición- y los habitantes días antes de la festividad llevan cargando cajas con peras, habas, zanahoria y tamales de carpa, al municipio de Malinalco y son descargadas en el templo.
Ahí, también pobladores de este barrio llevan como ofrenda hojas de limón, naranjo, guayaba, ciruela, limón real, plátano. Así, platicó Hernández López, los habitantes de Almoloya se traen la fruta y un día antes de la fiesta del santo, adornan camionetas con la fruta, que después es regalada a los habitantes del lugar.
“La tarde del día 28 de septiembre se realiza un paseo que involucra a todo el pueblo y los 26 grupos que integran la promesa, traen la fruta colgada en garrochas que se cargan con dos varones y se recorre el pueblo, luego llegan las portadas a la iglesia y se colocan al termino del paseo”, agregó.
Ya el domingo, añadió, se lleva a cabo la fiesta formal y se regala la fruta en el atrio. De hecho, dio a conocer que la entrada de la iglesia luce adornada con la fruta y todo ello para agradecer al santo los favores recibidos.
“Es una ofrenda para que San Miguel Arcángel nos de salud y tranquilice al país de tanta maldad, y a esta tradición asiste gente que viene inclusive de otros estados como Cuernavaca, Ciudad de México, así como otros municipios de la zona”, recalcó José Luis Hernández.
La festividad, aseveró, comienza a partir del 21 de septiembre y termina el 5 de octubre cuando se entrega la mayordomía a otro grupo.
“Estas tradiciones tienen que conservarse, pues es cultura y en este caso la amistad entre pueblos hermanos. Es más también quienes se portan mal durante el año, se les da cinturonazos frente al santo, es como un castigo”, finalizó.
Cruces de pericón para evitar travesuras del diablo
Durante esta fiesta, los habitantes de Almoloya del Río elaboran cruces de pericón traído de Malinalco, para evitar que el diablo haga sus travesuras, pues aseguran que hace lo posible para evitar que se festeje a San Miguel Arcángel.
Israel Maldonado, vecino de la zona, platicó que efectivamente un día antes de la fiesta, adornar con cruces de pericón sus viviendas, las portadas de la iglesia y hasta los automóviles, pues eso, aseguró, protege del mal.
Indicó que en algunos años han ocurrido desgracias como personas ahogadas, explosiones y accidentes diversos, de ahí que traten de protegerse con las cruces de pericón. Al final, afirmó, el bien siempre triunfa contra el mal.