La Tlanchana, sirena mexicana o señora de las aguas, se ha convertido en una mítica estatua que resguarda el centro del municipio de Metepec.
Según las creencias, era una poderosa mujer también conocida como la Sirena sin mar, mitad mujer y mitad serpiente, que dominaba la zona lacustre del valle Matlazincas, remontando su historia a tiempos prehispánicos antes de la invasión de los Mexicas.
Su nombre original en Otomí era Acpaxaco, Diosa del agua, hija de la luna, madre creadora de todos los seres vivos. Hoy en día, se le da forma en figuras de barro y muchas veces es colocada en los famosos árboles de la vida de este municipio.