Inmerso en sus 50 años de carrera artística, el gran pintor paisajista Rafael Huerta Carreón inauguró la muestra pictórica de fin de curso de sus alumnas y alumnos en el Museo José María Velasco, de Toluca, donde el público puede apreciar dieciocho cuadros en una de las sala de exposiciones, hasta el 30 de diciembre.
El merecedor de la Presea Estado de México 2013, entregó los reconocimientos correspondientes a sus aprendices, algunos de nuevo ingreso y otros de larga carrera, quienes se han sumado durante los 16 años que lleva impartiendo este Taller de pintura del paisaje en el mencionado recinto. Durante una ceremonia encabezada también por la directora general de Patrimonio y Servicios Culturales, Ivett Tinoco; la directora del departamento de Museos, Thelma Morales; la directora del recinto Irma Patricia Aguilar; así como la presidenta de la Asociación de Amigos, Verónica Albarrán de Martínez.
"El objetivo del museo es brindarle oportunidad a creadores clásicos como es el caso de los alumnos del maestro Rafael Huerta, que en esta ocasión exponen su trabajo realizado en tres etapas de proceso pictórico: dibujo, pastel y óleo. Desde hace más de 15 años este museo ha sido lugar donde múltiples alumnos han podido aprender del maestro todo ese conocimiento que por sí mismo ha adquirido", expresó en su intervención Irma Patricia Aguilar.
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Amigos del Museo José María Velasco, quien firmó un convenio de apoyo a la cultura con la secretaria de Cultura durante la ceremonia, destacó la trayectoria del maestro Rafael.
En su intervención, Huerta agradeció los aplausos de los presentes y aclaró que aunque aún no inaugura la exposición con la que planea festejar medio siglo de trayectoria, se siente satisfecho de convivir con gente de todas las edades, ávida de disfrutar el arte, como el señor Arcadio, quien a sus 80 años de edad es parte de este grupo. "Su servidor que aunque empezó muy chiquito, lleva 50 años haciendo este trabajo. Me siento muy contento de compartir lo que sé con algunos que incluso confesaron no haber usado un lápiz, pero que a los tres o cuatro meses de estar dibujando, logran hacer trabajos que ni ellos pensaban que podían hacer".