Acambay, Méx.- El sol en el cenit alumbraba los grandes penachos de los danzantes, quienes en el centro de un círculo floral comenzaban a hacer temblar la tierra con sus pasos de baile para agradecer al dador de vida y los guardianes de los cuatro rumbos por la renovación del fuego y el cambio de ciclo agrícola.
El olor a copal inundó el aire de la zona, los visitantes y autoridades estatales y municipales escucharon atentos los cantos en la lengua otomí y el sonido de los caracoles y maracas, la pira de ocote y otras maderas colocadas en el centro fue encendida por la abuela otomí del fuego, los sonidos de las percusiones dieron paso a las cuatro danzas emblemas de esta ceremonia.
Previo a este ritual ancestral del pueblo otomí, el jefe supremo del municipio de Acambay, Marcelino Domingo Barragán, encabezó la entrega de una ofrenda en la capilla del lugar, donde fueron enterrados los primeros pobladores de ese sitio tras la conquista española.
Domingo Barragán explicó que representa a 37 comunidades hablantes de la lengua otomí y ostenta el cargo de jefe supremo desde hace tres años. Su principal misión es dar a conocer las tradiciones, usos y costumbres del pueblo otomí y la conservación de su lengua materna.
Natalia Gutiérrez Navarrete, abuela de fuego otomí en el Estado de México, explicó que esta ceremonia representa un legado muy importante, no sólo para los habitantes de Acambay sino para todo el territorio estatal, pues todos somos herederos de la sabiduría, usos y costumbres de los ancestros.
”Los jóvenes no conocen sus orígenes y su historia, hoy muchos vienen sin conocer su pasado, creo que es obligación de todo adulto enseñar y transmitir el conocimiento de nuestro pueblo a las nuevas generaciones" explicó la encargada del fuego en la comunidad otomí.
Maribel López capitana de grupo de danza prehispánica Yat••si tema ye de explicó que las danzas que ejecutan durante el ritual son la parte medular, un rescate a la tradición y al tesoro que alberga el pueblo de Acambay (la zona arqueológica) además cada danzante representa a los diferentes animales que representan cualidades como la fortaleza, la valentía, inteligencia y belleza, su piel es pintada y decorada de manera personal y sus atuendos incluyen pieles, plumas, semillas, símbolos antiguos y cintas de cuero.
Esta trigésima primera edición del Festival del V Sol organizado por la Secretaría de Cultura del Estado de México tendrá 457 actividades en 74 municipios de la entidad, mismas que serán de carácter gratuito en todos los Centros Regionales de Cultura en la entidad, con manifestaciones culturales literarias, artesanales, de medicina tradicional, gastronómica, exposiciones y las ceremonias del fuego nuevo de las cinco etnias que habitan el Estado de México: Otomí, Tlahuica, Matlatzinca, Náhuatl y Mazahua.
Luego de la ceremonia prehispánica, los asistentes realizaron un recorrido por una muestra gastronómica y artesanal de la zona donde deleitaron su paladar con platillos típicos y conocieron las creaciones artesanales hechas por habitantes de la zona.