Una obra literaria puede ser suficiente en sí misma (depende quién y cuándo sea leída) o enriquecerse con el conocimiento de sus autoras. Leer estas conversaciones sobre el contexto, temas, motivaciones y dificultades para el ejercicio de la escritura es interesante, es casi como visitar a las escritoras en su casa, o tomar con ellas un café para comentar el libro que leímos de su producción editorial.
Óscar Alarcón es un hábil periodista, preparó a fondo una batería de preguntas para Ana Clavel, Ana García Bergua, Ana María Jaramillo, Aura Xilonen, Brenda Ríos, Cristina Rascón, Elma Correa, Fernanda Melchor, Gabriela Puente, Gilma Luque, Iris García Cuevas, Josefina Estrada, Judith Castañeda, Karen Villeda, Magali Tercero, Mónica Maristain, Mónica Nepote, Mónica Soto Icaza, Natalia Toledo, Paulina Mastretta, Pita Ochoa, Raquel Castro y Sylvia Aguilar Zéleny…¿qué les preguntó?
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¿Es difícil ser escritora, en México? ¡Claro que es difícil! Pensar, investigar, escribir, revisar y corregir mientras organizamos el menú de la semana, vamos al súper a hacer la compra, ponemos los frijoles en la olla y empanizamos las pechugas de pollo a la parmesana. (que no se te olvide la ensalada). La cultura mexicana permite al hombre dedicarse casi por completo a su trabajo. A la mujer le exige cumplir con la maternidad, el cuidado de hijas, hijos y esposo, administración de la casa y, aparte, ser dos o tres veces mejor que sus contrapartes masculinas para obtener un lugar en el Parnaso literario…¡claro que es difícil!
Contra todos los obstáculos impuestos por el patriarcado, cada una de las veintitrés mujeres entrevistadas escribe y publica. Leer (y estudiar) Veintitrés y uno equivale a configurar el nuevo canon literario mexicano y, además, invita a las jóvenes mujeres a escribir…a pesar de todo y contra todo. Compra, lee y comenta Veintitrés y uno más la obra editada de cada una de las autoras entrevistadas aquí.