Hoy vivimos una ignorancia universal, una decadencia de valores, en donde el libro es el arca que nos puede salvar del naufragio que es la violencia en que vivimos: aseguró el escritor y poeta Pedro Salvador Ale, quien dijo no creer en los programas gubernamentales de fomento a a cultura, pues se imponen como una obligación.
Dijo que uno debe propiciar la lectura, porque el fomento a la lectura debe ser de uno mismo y citó a Jorge Luis Borges cuando decía que la lectura tiene que ser un acto feliz, leer significa encontrar la felicidad en los libros y esa felicidad tiene que ver con conocernos a nosotros mismos. Cada lectura es un ejemplo de nuestra propia condición humana.
Al participar en el 5° foro Nacional de Justicia Restaurativa en materia familiar, escolar y penal, con la conferencia Humanismo y obras literarias. Su aplicación frente a la violencia contemporánea, señaló que William Shakespeare es considerado uno de los más grandes poetas de la historia, porque ahondó en las pasiones, en el sufrimiento, en el dolor, en la violencia que conocemos los seres humanos.
El arte es belleza, aseveró, y la belleza se opone a la violencia y todavía hoy el ser humano sostiene la belleza como uno de los grandes pilares para enfrentar a la violencia y esa belleza la encontramos en el arte, ahí es donde encontramos quiénes somos en términos espirituales y humanos, en el arte está reflejado quienes somos como humanidad.
Pedro Salvador Ale sostuvo que cuando los niños reciben y leen un libro de valores o de cuentos -de los bien escritos- están encontrando un mundo y un camino nuevo a través de la lectura y fuera de la tecnología, aquí el asunto es; cómo los maestros pueden trabajar con los niños para ser ese puente de transmitirles un análisis bien detallado, existencial que está diciendo ese cuento, ese poema, esa fábula; es decir, cómo pueden conocimiento a través de frases, refranes, poemas.
Para el poeta y escritor una forma de combatir la violencia es a través de la poesía, porque la poesía es ética, es estética, es armonía y, por tanto, se opone a la violencia; es decir, el arte es belleza y la belleza se opone a la violencia, a la guerra y al caos, concluyó.