Este mes celebramos el Día Internacional de la Escritora (el 14 de octubre), en medio de grandes cambios en el aspecto social mexicano; sin duda se trata de propuestas complejas y polémicas pero inevitables si deseamos conseguir una sociedad donde cada mujer se sienta integrada, no solo una espectadora pasiva.
Casi repentinamente se pudo encontrar en las mesas de Novedades en librerías, o en reseñas como ésta, colecciones de relatos con mayoría de autoras o incluso, dedicada exclusivamente a Ellas, las Escritoras. Es un fenómeno editorial tan reciente como propicio para afirmar el momentum de la mujer en México.
La editorial española, Ménades, recientemente publicó una extraordinaria colección de 60 textos de extensión variada, desde microrrelatos de unas cuantas líneas hasta textos de mayor extensión, todos de excepcional calidad. Los temas abarcan la misma diversidad que atañen a las escritoras en México, España y, en realidad, a todas las mujeres, de ahí la congruencia del título: Esas que también soy yo.
Ellas leen
La profesionalización de las escritoras exige compromisos con el quehacer literario, uno de ellos es confirmar, en estos textos, esa responsabilidad que tuvieron consigo mismas y con sus futuros lectores, es decir, todas, desde la mayor que curiosamente es mexicana, pero de ascendencia española (Angelina Muñiz-Huberman), hasta la más joven (Lucía García Díaz Miguel), tienen afinidad con ese paso previo e indispensable: la lectura, asidua e intensa a lo largo de sus vidas profesionales.
Ellas escriben
¿De qué escribe la mujer hoy? De todo, temas tradicionalmente atribuidos a nosotras como la familia, la relación de pareja, el amor, el desamor o aquellas parejas que llegan juntas hasta el final de sus vidas; tratan temas candentes como la violencia en todas sus lacerantes facetas.
Prueban, y aciertan en asuntos más relacionados con la literatura masculina como lo fantástico, lo onírico o el terror. Escriben —también— para obtener mediante el proceso de escritura un enfrentamiento con aquello que quisiéramos evadir de nuestra mente: la enfermedad, la estancia final den centros hospitalarios o en residencias institucionales para adultos mayores, o sea, la vejez, una etapa antes considerada como incapacitante, puede ser vista como una suma de experiencia, no como una etapa incapacitante. En la colección hay dos abuelas, cada una con una postura diferente…
Ellas publican
Ménades es un sello interesante porque trabaja con mayoría de mujeres: poetas, narradoras, ilustradoras y ensayistas, pero tiene abiertas las puertas para los varones, es decir, es sumamente respetuosa con ellos, incluso el prólogo es una declaración de intenciones como sello editorial feminista, pero lo deja claro: la colaboración siempre será bienvenida.