Dice una amiga “solo somos visibles en marzo”, no creo, en México se acumulan las crisis, una de ellas es el agotamiento emocional y físico de las mujeres en sus roles tradicionales.
El único fin aceptado para la mujer fue durante siglos, la maternidad. Eliminaban de forma autoritaria otras opciones, todavía cuesta creer que una mujer puede ser completamente feliz sin hijas, sin hijos. Los tres personajes femeninos de la última novela de Guadalupe Nettel exponen cada uno las experiencias que el patriarcado oculta a las futuras madres, las jóvenes mexicanas, consideradas como reproductoras del sistema, donde la mujer se dedica de forma exclusiva a perpetuar la especie humana.
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Hay más posibilidades para cada mujer porque la maternidad —aunque no lo creas así—, no es perfecta, y mucho menos, el único fin. ¿Será porque el sistema ha delegado en la mujer todo el cuidado de sus hijas, de sus hijos? ¿Le cargaron toda la responsabilidad? ¿Agotaron sus fortalezas? El caso es que incluso la maternidad es hoy cuestionada por las mujeres.
No solo en marzo pensamos, leemos, reflexionamos, escribimos, lo hacemos todo el año. La hija única está muy lejos de ser “un libro de superación personal disfrazado de literatura”, por supuesto, provoca cambios no deseados para el sistema. Es una lectura muy recomendable, cómpralo y coméntalo con tus amigas, todo el año.