Hace un año nadie imaginaba el impacto planetario por un virus. El aislamiento preventivo evidenció la vulnerabilidad de muchas mujeres en su situación familiar o de pareja. El Covid- 19 expuso nuevamente otra pandemia, la violencia ejercida contra ellas en una infinita variedad de intensidades, desde la multiplicación de sus responsabilidades hasta el feminicidio.
Leía una crítica a las obras de Juan Luis Vives y fray Luis de León, el primero vivió en el siglo XVI, dedicó las casi 500 páginas de La educación de la mujer cristiana para consolidar el dominio masculino sobre las mujeres, su patológico afán de que la mujer existiera para servir al hombre llega hasta las ollas y sartenes al advertirla: o cocina rico, sabroso y variado o deberá soportar que él se vaya a las tabernas a comer lo que ella no le prepare en su casa. Fray Luis de León, también en el siglo XVI, escribió La perfecta casada como un regalo de bodas para una pariente suya, obra escrita a la carrera, sin la profundidad de Vives, determina la existencia de la mujer casada como la entrega absoluta a su marido y familia. Ambas obras continúan editándose y la situación para infinidad de mujeres es la misma de hace 400 años.
El aislamiento también nos ha ofrecido oportunidades de lectura, reflexión y transformación, sin duda alguna saldremos fortalecidas (si el virus nos perdona la vida), porque entre la angustia del contagio, las pérdidas de todo tipo y la incertidumbre, continuamos en el camino adecuado porque no se han detenido cada uno procesos, individuales y colectivos, de autonomía financiera, intelectual y emocional, favorecidos por la red de solidaridad, por los libros y por internet. Seguimos estudiando, cuestionando, transformado.
Debe quedar claro, las mujeres no odiamos a los hombres, de ninguna manera, son las relaciones de poder las que deben revisarse y modificarse con base en el respeto irrestricto para las decisiones de cada mujer. La fragilidad de la vida nos exige vivir felices, depende de cada mujer su avance o retroceso.
Mujer: lee a Rosario Castellanos, a Graciela Hierro y las autoras mexicanas, escribe notas en tus cuadernos, reflexiona, comenta con tus amigas, cambia el trato que le das a tus hijas, a tus hijos; un virus tan letal como el Covid-19 puede paralizarnos o impulsarnos en nuestros procesos de libertad individual y colectiva, depende de ti. Si lees a Vives o de León, que sea una lectura crítica, desde el siglo XXI.