A fin de preservar el legado artístico del escultor Fernando Cano, algunas piezas realizadas en diversos materiales como bronce o hierro forjado recibieron restauración y mantenimiento.
En un recorrido realizado por el taller del maestro se constataron dichas labores las cuales son ejecutadas por un equipo especializado, encabezado por su viuda y representante, Marthel Cano y su discípulo Cristian Díaz.
En ese lugar también existe un sitio en donde se conservan los reconocimientos al talento creativo y trayectoria de Cano, es el caso de la Presea Estado de México “Sor Juana Inés de la Cruz” conferido por el Gobierno mexiquense y el doctorado “Honoris Causa” otorgado por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
El equipo de trabajo se conforma por los discípulos de Cano, el escultor Antonio Sánchez y Cristian Díaz, colaborador, dirigidos y coordinados por la maestra Cano. De igual manera, se concluyó una obra de hierro forjado que no terminó el artista nacido un 29 de mayo de 1939 en el municipio de El Oro.
“Es una pieza que dejó Fernando empezada y la terminamos el maestro Antonio Sánchez que maneja la técnica de Fernando el hierro forjado y mi asistente Cristian Díaz y una servidora”.
Dicha obra, describió, no quedó con la manufactura o sello característico de Fernando Cano, es decir, que los pies de las efigies femeninas tienen cuatro dedos, y esta cuenta con cinco.
Es un proyecto de Fernando que dejó en dibujo y pesado ya no es precisamente de Cano.
Durante la entrevista con El Sol de Toluca Marthel Cano reseñó que una de las máxima restauraciones se efectúo con la pieza “La Traviata”, luego de ser localizada en un basurero en el municipio de Santiago Tianguistenco en junio de 2019, justamente al cumplirse un año de la muerte del llamado “Escultor de fuego”.
Vale mencionar que la obra estaba prácticamente desaparecida y después del hallazgo la recuperó la viuda de Cano. Detalló que la escultura, tras ser trabajada en el taller del escultor situado en el parque Matlatzincas o “El Calvario”, se expuso en una muestra en el Sistema de Radio y Televisión Mexiquense esto en septiembre de ese año.
El lugar es prácticamente un taller y una galería de obra, así como de objetos personales de Cano, entre ellos, fotografías de su niñez y de otras etapas de su vida.
Además, libros e identificaciones, se resguarda con cariño y orgullo el reconocimiento de la Presea Estado de México, máximo galardón que entrega el gobierno mexiquense a ciudadanos destacados en varias áreas, que recibió Cano Cardozo en el 2005.
El que acredita el Doctorado Honoris Causa de la UAEM y la indumentaria utilizada en la ceremonia realizada en 2013.
Creó piezas en diversos formatos desde grandes hasta medianas y pequeñas, escribió el libro “El carapálida”, editado por la UAEM en el 2017 con historias del artista.
Cano Cardozo es considerado uno de los mejores escultores mexiquenses, el gusto por las artes lo traía en las venas al ser hijo del escultor y pintor mexiquense, Juan Cano Huitrón.
Antes de concluir la charla, la maestra informó que la obra de Cano está considerada para ser exhibida durante la próxima edición del Festival de la Almas en Valle de Bravo. Al momento, se prevé sea instalada el Centro Regional cerca del embarcadero.