Sin duda el algún momento has escuchado o utilizado palabras como joroba, alardear, cifra, fulano o hazaña, pues tienen un origen árabe, resultado del intercambio cultural y lingüístico que hubo en la Península Ibérica durante la conquista musulmana.
El primer contacto para adoptar los arabismos fue entre el siglo VIII y XI, sin embargo no se incorporaron al castellano al mismo tiempo ni todos se mantuvieron, algunos aparecieron y desaparecieron y tomaron una nueva forma a través de los años.
Entre las palabras que se siguen utilizando hoy en día destacan: alardear, que se refiera a cuando alguien alardea, está presumiendo de algo. Pero el origen de esta palabra poco tiene que ver con su significado actual, lo que ha llegado a nosotros es la derivación de un sustantivo, "alarde" (al'árḍ), que era pasar revista a las tropas.
Cifra (ṣífr), que originalmente significaba "vacío" y hoy la usamos para referirnos a un número, mientras que fulano indica a alguien cuyo nombre no conocemos o al que no queremos nombrar, su origen árabe es fulān.
Hazaña es cuando alguien hace algo heroico o ilustre, aunque originalmente se refería a una buena acción, por lo que toca a joroba describe a la protuberancia como la que tienen los camellos, pero también puede referirse a esa cosa que nos fastidia y nos joroba (ḥadabah).
Tamarindo también es de origen árabe, resulta que este fruto es originario de Asia y su nombre viene del árabe tamr hindī, literalmente "dátil índico".
Titiritero es esa persona que maneja las marionetas, o títeres debe su nombre a una expresión muy curiosa del árabe, que es tiríd tirí y significa "¿quieres venir?".
No obstante hay muchas palabras más como aceituna, azúcar, ajedrez, albañil, albur, alcancía, naranja, ojalá, tarea, algodón, tambor, gabán, azulejo, falda, imán, dado, aduana, limón, mazmorra, algoritmo, zanahoria, ojalá y guitarra, entre muchas otras.