La decoración de la casa en la navidad no sería lo mismo sin el árbol adornado con sus luces, esferas, regalos, es un ícono de las fiestas decembrinas, sin embargo ¿cuál es su origen y cuándo se puso el primero en la historia?.
Letonia y Estonia (en Europa) se disputan este título, el primero tiene indicios de que un gremio de comerciantes cargó un árbol por toda la ciudad, lo decoró y sembró en 1515, pero Estonia tiene los mismos antecedentes en 1441.
Pero los antecedentes vienen desde tiempo atrás, el cristianismo adoptó y transformó estas costumbres paganas ante la imposibilidad de erradicarlas.
Cuenta la leyenda que en el siglo VIII había un roble consagrado a Thor en la región de Hesse, en el centro de Alemania, cada año durante el solsticio de invierno se le ofrecía un sacrificio.
Pero el misionero Bonifacio taló el árbol ante la mirada atónita de los lugareños y tras leer el Evangelio, les ofreció un abeto, un árbol de paz que "representa la vida eterna porque sus hojas siempre están verdes" y porque su copa "señala al cielo", se lee en el artículo.
A partir de ese momento se empezaron a talar los abetos durante la Navidad que por alguna extraña razón se colgaron en los techos, incluso el teólogo Martín Lutero puso unas velas sobre las ramas de un árbol porque sus luces iluminaban como las estrellas en las noches de invierno.
El surgimiento del árbol de Navidad moderno tiene sus orígenes en Alemania, ya que según History los cristianos traían árboles decorados a sus casas y construían pirámides de madera y decoraban las hojas perennes con velas.
Cuando los árboles navideños llegaron a América eran vistos como un símbolo pagano y muchos ciudadanos no los aceptaron, pero todo mejoró durante el siglo XIX cuando llegó la afluencia de alemanes e irlandeses.
La adoración de los árboles es común entre paganos europeos y la Cristianidad, donde las tradiciones escandinavas decoraban las casas y granjas con estos elementos para Año Nuevo y sobre todo para asustar al Diablo.