El tatuaje es un dibujo, texto o formas que se realizan de manera temporal o permanente sobre la piel mediante la inyección de tinta u otros pigmentos, a través de la historia de la humanidad han representado una expresión cultural milenaria con un sentido social, simbólico y mágico.
Se han encontrado evidencias antiguas en todo el mundo de la práctica de pigmentación subcutánea, aunque los ejemplares a los que se les ha prestado mayor interés proceden de Europa, Asia y Norte de África, sobre todo en Egipto donde se han recuperado una cantidad importante de cuerpos pigmentados.
Lo anterior se detalla en el trabajo de investigación realizado por la UNAM y publicado en su Gaceta con el título: tatuajes, moda, identidad y apropiación del cuerpo, el cual agrega que las tribus los utilizaban para identificarse, los japoneses los usaban para identificar a los criminales, sin embargo fueron los egipcios los que le dieron un valor estético y estaban reservados exclusivamente a las sacerdotisas.
Hoy en día sigue siendo una forma de identificación personal, de pertenencia y de expresión artística, incluye diversos diseños como hieroglifos y esquistos, inscripciones y leyendas, eróticos, religiosos, profesionales, fantasías y conmemorativos, así como humorísticos.
No obstante al decidir tatuarse se deben seguir ciertas recomendaciones de salud, las alergias (a las tintas) e infecciones son las más comunes, cicatrices anómalas, aunque tampoco se está exento del VIH y la hepatitis.
Rosa María Ponce Olivera, dermatóloga de la Facultad de Medicina de la UNAM, en su aportación al trabajo de investigación, señala que los tatuajes al no hacerse adecuadamente también pueden causar daño permanente en la piel y enmascarar una anomalía cutánea, como la evolución de un nuevo lunar maligno.
Como esas modificaciones corporales se hacen con instrumentos punzo cortantes, aunque sea con la adecuada higiene y precaución dejan heridas que pueden infectarse y evolucionar a un problema más grave.
Otro de los temas a considerar son las zonas de riesgo del cuerpo ya que tiene paquetes vasculares y nerviosos por todos lados, al hacerse la modificación corporal se lesionan venas o arterías ocasionando sangrado o hematomas, si es en los nervios modificaciones en la sensibilidad.
Ponce Olivera agrega que los sitios más delicados son las zonas cercanas a los ojos, nervio facial, arteria facial, lingual y la zona genital, por lo que si después de hacerse el tatuaje se presenta dolor persistente, enrojecimiento de piel, manchas recientes y hematomas persistentes, es momento de acudir al dermatólogo.
Por su parte doctora Selene Gutiérrez Mendoza, especialista de la clínica de Oncodermatología de la máxima casa de estudios del país, señala que después de pasar todas las pruebas y no tener ningún inconveniente, se debe conocer como cuidarla piel para que el tatuaje no pierda color o tenga alguna modificación de tono.
Para empezar el tatuaje siempre debe estar visible por si se experimentan cambios, además de evitar tenerlos sobre cicatrices o piel dañada.
La persona debe tener su piel hidratada aplicando antibióticos en crema, limpiarla todos los días con soluciones antisépticas sin tallarla.
Evitar la exposición al sol por tiempos prolongados es también importante, ya que la especialista refiere que durante los primeros meses podría sufrir quemaduras con frecuencia en esa región, por lo tanto debe extremar sus cuidados utilizando filtro solar cada cuatro horas.
Como expresión artística, la artista plástica María Conejo señala que el tatuaje es una apropiación del cuerpo, la piel es bonita, pero ponerle algo encima le da más simbolismo, cada cosa tiene su belleza, pero también expresan que la relación que se tiene con el cuerpo es compleja.
Al ser una marca muchas veces para siempre, el tatuaje cobra un significado sobre todo de pertenencia, muchas veces son símbolos y un registro de vida.
Actualmente también son una moda porque cada vez son más las personas que se hacen tatuajes, sobretodo en las grandes ciudades, María Cornejo puntualizó que es algo que te hace recordar cosas, te marca un momento o una experiencia.
