Un día como hoy pero hace cuatro años, Ismael Hernández Uscanga alcanzó la gloria deportiva en los juegos olímpicos de Río de Janeiro 2016, donde contra todos los pronósticos obtuvo la primera medalla de bronce en pentatlón moderno para México.
El atleta que compitió por el Estado de México escribió su nombre con letras de oro en la historia olímpica del país, sin embargo, este logro tuvo muchas complicaciones que el mismo Hernández no imaginó superar.
El 20 de agosto del 2016, Ismael Marcelo se subió al podio como el tercer mejor pentatleta del orbe ante el asombro de propios y extraños que no "contaban" a esta disciplina entre las que apuntaban a medallas.
"Tuve problemas (de lesiones) en el 2010, también caídas y una fractura en el 2011 cuando estaba buscando la calificación en Londres 2012, este año me centré en llegar aquí. Sabía que tenía que jugarme el todo por el todo y este es el resultado", reveló el atleta en su momento.
La presa de bronce fue la culminación a una larga preparación que incluso en la propia prueba le puso un nuevo desafío, pues previo al arranque, la pistola con la que cerraría su actuación se descompuso y se vio obligado a aplicar un plan B.
"La esgrima fue lo que más entrené, era la parte que tenía que mejorar; natación logré mejorar mucho. En caballo tenía una ventaja, la pista fue complicada y aproveché eso para subir al podio. Cinco minutos antes se descompuso mi pistola, tuve que competir con la de repuesto", refirió Ismael al finalizar en el tercer puesto .
Hernández Uscanga cerró la prueba de pentatlón
Con 1,468 unidades que le permitieron meterse en el último suspiro al podio de Río 2016.
"Soñar que puedes rodearte de gente que apuesta por tus sueños y sobreponerte a los fracasos", fue la fórmula para Ismael Marcelo Hernández Uscanga sea hasta hoy el único ganador de una presa olímpica en la modalidad de Pentatlón Moderno, una disciplina que heredó a su hermano Emilio Hernández, quien actualmente está en la disputa por un cupo a Tokio 2020.