Controlar el estrés en los deportistas juveniles no es tarea sencilla, incluso si se cuenta con un equipo multidisciplinario pues obtener buenos resultados y mantener buenas calificaciones, es un trabajo de adaptación que en la mayoría de los casos requiere de mucha dedicación.

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El sólo hecho de competir siempre se asocia con cierto nivel de estrés y eso puede ser bueno porque ayuda al cuerpo a afrontar los retos pero un exceso puede disminuir el rendimiento.

Reyes Hernández y Felipe Cuadros, instructores de atletismo y tiro con arco de manera respectiva en la Universidad Autónoma del Estado de México, reconocieron que es parte de los retos de su carrera, el cual se respalda con el trabajo del equipo multidisciplinario, el apoyo de la instituciones con permisos y becas, así como el entorno familiar.

En el caso del preparador en la disciplina de atletismo, manifestó que una de las estrategias es organizar bien los tiempos de trabajo, en la semana son tres días de actividad y en ocasiones sábados y domingos, los otros días los deportistas entrenan por su cuenta, sobre todo cerca de su casa con el propósito de tener más tiempo para la escuela.

Asimismo recalcó que tener una beca es un buen aliciente porque cada mes reciben un apoyo económico para sus necesidades fundamentales, no obstante esto le genera un mayor compromiso de rendir tanto en lo académico como deportivo.

La beca en la UAEM consiste en seis mil pesos al mes, los deportistas lo utilizan para los suplementos alimenticios, ropa o tenis, y el resto para el transporte, sin embargo para los atletas que inician ni siquiera entran a la lista de espera, de ahí que tengamos que buscar opciones para que logren sus metas.

Además, para el instructor estudiar en línea o a distancia no es una opción “si en el sistema presencial no aprenden, con otro sistema menos, la prioridad es que en lo académico estén bien porque la vida deportiva no es larga, pero la vitalidad de los jóvenes es increíble, se dan tiempo para todo y eso creo es la clave para liberar su estrés”, aseveró.

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Por su parte Felipe Cuadros, entrenador de tiro con arco, manifestó que en busca de ese equilibrio lo primero que deben tener es flexibilidad, sobre todo en periodos de exámenes, la carga de trabajo se ajusta para que tengan menos estrés.

“La idea es que recuperen su ritmo de trabajo cuando hay puentes, en vacaciones o sábados y domingos, en mi caso realizo una concentración previo a las etapas competitivas para fortalecer todos los aspectos físicos y sicológicos, eso les ayuda bastante”, detalló el instructor.

Para el entrenador cuando los deportistas están comprometidos y llegan a la etapa universitaria les sugiere estudiar a distancia para administrar mejor sus tiempos, sin embargo es algo que se tiene que analizar bien porque de ahí depende el futuro.

“La prioridad es que tengan el sistema presencial no sólo porque es donde más se puede aprovechar la parte académica, también porque las universidades tienen poca oferta de carreras, que al final creo es un factor importante porque medicina o una ingeniería es necesariamente estar en el aula”, agregó.

Vanessa Osorio, atleta juvenil de la máxima casa de estudios en la entidad, quien ya tuvo su primera experiencia internacional durante un evento de campo traviesa en Trinidad y Tobago a principios de este año, externó que poder adaptarse a las exigencias académicas y deportivas es también un proceso, pero al final trae buenas satisfacciones.

“Es satisfactorio saber que en este momento los sacrificios han valido la pena, pese a que el acceso a la asesoría con el equipo multidisciplinario no es sencilla porque los horarios de consulta se empalman con los de clase”, dijo la atleta.

La atleta que estudia en la Escuela Preparatoria 2 de la UAEM tiene una marca de 4:41 en los mil 500 metros y en los 3 mil metros ganó el segundo lugar en la Olimpiada Nacional de este año, pero la motivación más importante es poder llegar a unos Juegos Olímpicos, el máximo sueño de cualquier deportista.

El deporte trae muchos beneficios, pero sabemos que no es para toda la vida, y aunque es un doble esfuerzo debemos pensar en una formación académica que nos permita tener un mejor futuro.