La mejor marca que se ha hecho en América es de la olímpica Guadalupe González Romero, con 1 hora, 27 minutos y 46 segundos.

El año pasado también la hizo ella con 1:28’14’’ en Lima. Y su mejor marca fue en Roma en la Copa del Mundo 2016 con 1:26’.

Nadie como ella. Imponente ante Brasil, Italia, Portugal, España, y países latinoamericanos que no supieron ni cómo se les escapó.

Lupita González demostró el por qué es subcampeona olímpica y el por qué es admirada y querida en estas tierras norteñas al agenciarse el primer lugar del memorial Jersy Hausleber y segundo serial de marcha de la IAAF -el primero fue en Adelaida, Australia-.

Y qué mejor homenaje de esta mexiquense para llevarse un oro y estar clasificada a los que serán sus primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Barranquilla.

Sin miramientos, sin piedad, con la frente en alto, el paso firme y los aplausos del respetable para la espigada andarina que se enfrascó durante las primeras vueltas de los 20 kilómetros contra la brasileña Erica de Sena, quien fuera la ganadora el año pasado de este Circuito Internacional de Marcha, que por segunda ocasión se llevó a cabo en el Parque Fundidora.

Otras rivales que siguieron a la mexicana y brasileña fueron las portuguesas Ines Henriques y Ana Cabecinha, así como de las nacionales Lizbeth Silva y María Sánchez Magaña, aunque todas a unas distancia de 300 metros de las punteras.

Lupita avanzaba a 8 minutos 16 segundos la vuelta de dos kilómetros del Parque Fundidora, donde por el exceso de calor algunas deportistas sufrieron de agotamiento y tuvieron que acudir los de servicio médico a auxiliarlas.

Sin rivales, ya que les llevaba por más de 500 metros en los últimos kilómetros.

Lejana se veía de las contrarias que agotadas ya sólo esperaban por concluir sus últimas vueltas con el poco aliento que les quedaba.

Hasta el cielo le mandó unas pocas gotas de lluvia para que se refrescara la subcampeona olímpica Lupita González Romero, con letras grandes para la gran marchista que hizo que se entonara el Himno Nacional Mexicano ante un público entusiasta por su presencia y su triunfo.

La segunda mexicana que logra su boleto es Rebeca Pamela del Estado de México.