Los esquites son ese antojo tradicional que encontramos prácticamente en cada esquina de las grandes ciudades del país, aunque la preparación pueda tener algunas variantes siguen siendo de los preferidos de los mexicanos como aperitivo, entremés o golosina.
Se elaboran con granos de elote tiernos y maduros, epazote y sal, el maíz se asa a la parrilla y se raspa para después servirse en pequeños vasos en la mayoría de los casos de unicel, se agrega mayonesa, chile en polvo, queso rallado y limón.
Pero su origen no es reciente, de acuerdo al portal del Gobierno de México, el nombre de esquites proviene del náhuatl “ízquitl” (maíz tostado) y se dice que fueron creados por Tlazocihualpilli, la única mujer que gobernó a los Xochiilcas y quien dio vida a platillos como el necuatolli, atole con miel, o los tlapiques, envoltorios en hoja de tamal.
En un inicio eran preparados solo con epazote, elote y chile, posteriormente se agregó el limón, un alimento que llegó con los españoles, en cuanto a la mayonesa que se añade en los esquites a lo largo de todo México es una influencia francesa del siglo XIX.
La manera de preparación varía de acuerdo a la región, por ejemplo Hidalgo y en el centro de México se preparan con granos de elote que se sofrien en aceite vegetal o mantequilla junto con ajo, cebolla y chile verde picados o chile de árbol y ramas u hojas de epazote, sazonados con sal, que se come caliente como un guiso sencillo, se le agrega el jugo de limón, chile en polvo, la mayonesa o crema y el queso rallado
En Monterrey solo es el grano de elote hervido con crema o mayonesa, queso blanco y queso amarillo fundido.
También recibe diferentes nombres, en el norte y noreste de México se les conoce como Trolelote; en Aguascalientes, Chasca; en Monterrey Grano de elote en vaso y en Michoacán como Vasolote.