La tecnología para los deportistas está en todo los accesorios que utilizan, desde las playeras y zapatos hasta los balones, guantes y superficies donde se practican las diferentes disciplinas, sin embargo cuando se trata del futbol para amputados la clave son las muletas.
Luis Pelayo, entrenador del equipo El Cielo Futbol de Amputados, externó que para ellos las muletas son clave porque determinarán el equilibrio y desempeño en el terreno de juego, por lo que aquellos que practican este deporte la mejor opción son las canadienses.
“Para nosotros es una herramienta muy importante y tiene muchas diferencias en relación a las otras (axilares), para empezar trae varios orificios para ajustar la altura, por eso muchos que no las han utilizado pero ya las tienen, les decimos que ahora que estamos en la cuarentena las usen para que se vayan acostumbrando y pierdan el miedo a caerse, algo así como una pretemporada”, dijo el instructor.
El entrenador describió que en las muletas normales el peso se distribuye en las axilas y brazos, mientras que las canadienses en los brazos y el punto de apoyo está en la muñeca, esto permite tener más movilidad en el terreno de juego, pero también en la vida cotidiana si se carece de una prótesis.
Aunque adaptarse a ellas lleva su tiempo, cuando se logra se adquiere una sensación de mayor independencia y cuando se trata de practicar un deporte como el futbol se nota la diferencia y los partidos son más intensos.
En cuanto a los costos, reconoció que no sabe con exactitud el de las muletas normales o axilares, mientras que las canadienses tienen un rango desde los 800 pesos hasta mil pesos, lo que al final representa una inversión.
“Cuando tenemos la oportunidad de pedir apoyos siempre elijo las muletas, porque es más importante que si nos dan uniformes o balones, cuando nuestro equipo se llamaba Corsarios teníamos hasta cinco juegos de ropa, pero nos dimos cuenta que eso no nos ayuda tanto cuando dependemos en gran medida de las muletas porque es al final nuestra nueva extremidad”, señaló.
Refirió que debido a la intensa actividad las muletas no duran mucho, el promedio es de tres meses por los constantes choques, incluso un balonazo puede doblarlas debido a que están hechas principalmente de aluminio.
“Otras partes frágiles son las abrazaderas o los mangos donde van sujetados los brazos, como son de plástico en una caída se pueden romper, y lo malo es que es muy complicado encontrar la pieza, por eso es mejor comprar unas nuevas, así que practicar el futbol es muy bonito pero costoso”, puntualizó.