En el tenis hablar de encuentros de seis horas ya indica que fue una batalla que puso a prueba en lo físico y mental a los jugadores, sin embargo en la historia de este deporte hay un partido que se jugó en Wimbledon 2010 entre John Isner y Nicholas Mahut que duró 11 horas y 5 minutos.
La pista 18 del All England Club disfrutó durante tres días del encuentro más largo de la historia del tenis, a tal grado que llamó la atención de la misma Reina Isabel II que apareció para ver el histórico acontecimiento.
En el primer día los jugadores disputaron cuatro sets, sin embargo el partido se suspendió por falta de luz natural, al día siguiente continuaron con el quinto set, pero debido a que una vez más la luz natural se agotó se tuvo que suspender.
Los aficionados no daban crédito a lo que estaban viendo, el encuentro tendría un tercer día de actividades, en ese momento ya ni el marcador electrónico funcionaba ya que lo máximo que registraba el tablero era 47-47 en un quinto set y los jugadores ya habían superado esos números.
En el tercer día de actividades finalmente John Isner venció 6-4, 3-6, 6-7, 7-6, 70-68 a Mahut, tan solo el quinto parcial duró ocho horas y 11 minutos, sin embargo Isner apenas pudo competir en la siguiente ronda ante el holandés Thiemo De Bakker ya que se retiró tras dos sets.
En la pista 18 de Wimbledon hay una placa que recuerda aquel partido, los jugadores fueron elogiados por su esfuerzo, incluso por figuras como Roger Federer y John McEnroe.
Otros partidos épicos
En la historia del tenis han existido otros partidos que se definieron tras varias horas, como el protagonizado por Tomas Berdych y Lukas Rosol vs Stan Wawrinka y Marco Chiudinelli en la Copa Davis 2013 el cual duró 7 horas y 2 minutos.
También en Copa Davis pero del 2015 Leonardo Mayer se impuso a Joao Sousa en 6 horas 43 minutos, en tanto que Kevin Anderson doblegó a John Isner en Wimbledon 2018 en un encuentro que duró 6 horas y 36 minutos.
Fabrice Santoro y Arnaud Clement protagonizaron el encuentro más largo en la historia de Roland Garros 2004 al registrar 6 horas y 33 minutos.