La derrota de Santos fue la oportunidad que Toluca esperó. Los Diablos hicieron del Universitario BUAP un verdadero infierno y desplegaron un futbol que no sólo les arrebató los tres puntos, sino que se hicieron con el liderato general del Clausura 2018 y sueñan con desarrollar un mejor papel en lo que queda del certamen.
Pese a que Hernán Cristante no estuvo presente en el banquillo por estar suspendido, quien se apareció en nombre del demonio fue Luis Quiñones, el ex licántropo sepultó a su antiguo equipo y le metió más drama al tema del descenso. Su compatriota, Julián Quiñones, acercó a los de casa, pero no fue suficiente para un equipo que puso mucha garra, pero poco futbol ante el ahora primer lugar del certamen.
La espera por la salvación deberá esperar, por el momento, para Lobos BUAP.
EL JUEGO
Con mucho que perder, Lobos salió con un cambio en la táctica. Rafa Puente se la jugó por primera vez en el torneo con dos mediocampistas. Sierra y Aquino fueron los encargados de darle el flujo de juego a la manada licántropa. Además, mandó a tres delanteros. Ávila, Jiménez y Quiñones se conjugaron en el último tercio del campo para poder inquietar la portería que cuidó Alfredo Talavera.
Desde temprano, los Diablos se percataron de la peligrosidad del ataque de la BUAP. La primera jugada de peligro no tardó en llegar por los de casa. Carlos María Morales cobró un tiro libre que apenas se fue por encima de la meta de Talavera. Fue el primer aullido.
Pero bien dicen que más sabe el diablo por diablo que por viejo. Tras una falta, Rubens Sambueza cobró en corto para Barrientos. Éste cedió para Leonel López quien encontró en Quiñones la posibilidad de ir al frente. Con un taco, el colombiano trianguló con el mexicano. El camiseta 17 dio un pase para el atacante escarlata que entró solo al área grande y cruzó su disparo para vencer a Lucero. Los Diablos encendieron la llama que le dio luz a una cueva que se quedó en silencio.
Pero la BUAP no se dio por vencida. Ávila desbordó por izquierda y mandó un centro que Quiñones remató de primera intención. “Tala” tuvo que hacer uso de sus reflejos para evitar la caída de su marco. El segundo aullido no funcionó.
Sin embargo, en el contragolpe, el portero rojo metió un pase que dejó a Sambueza de cara al área del meta licántropo. Su disparo, para infortuna de las aspiraciones visitantes se fue por un arriba.
El tercer aviso de Lobos llegó por medio de Quiñones. El colombiano entró al área y sacó un disparo de pierna izquierda que peligrosamente bajó al ángulo de Talavera que tuvo que dar dos pasos a su derecha y lanzarse a mano cambiada para que no igualaran el marcador.
El juego se llenó de faltas. Aunque las tarjetas no llegaron, se trabó mucho el accionar de ambos equipos. Toluca se hizo amo y señor del partido, pero no concretó las opciones que tuvo al ataque. Sambueza tuvo otra clara. El mexicano hizo la diablura y entrando al área metió un disparo que apenas rozó el poste de lucero. El grito de gol se ahogó de nueva cuenta.
La manada se lanzó al frente, pero no inquietó más a la defensa escarlata. Un último intento de Toluca al frente permitió que Salinas disparara de derecha, pero se fue muy desviado. Sin más acciones, llegó el fin del primer tiempo.
Para el complemento, las intentonas de Lobos fueron más constantes. Con mucho corazón se volcaron al frente, pero apenas pudieron inquietar a Talavera, quien con su defensa construyeron un muro que fue casi imposible de romper por el ataque licántropo.
La respuesta del Diablo a dichos intentos prendió la segunda llama que quemaba la cueva de la BUAP. Pedro Alexis Canelo desbordó por el sector de la derecha y mandó una diagonal al manchón penal a la cual llegó Quiñones. El camiseta 23 empujó el esférico y marcó el doblete ante su ex equipo. De a poco se desvaneció la oportunidad de que los locales obtuvieran algún punto.
Con la moral en lo más alto, Sambueza dejó mano a mano a Canelo, quien no encaró a toda velocidad y una barrida del “Maza” le quitó el tercero al Diablo.
Rafa Puente modificó su esquema. La entrada de Gabriel Cortez hizo que el impulso de la manada fuera con mayor ímpetu en la zona de ataque, pero todos los intentos fueron rebotados por la defensa escarlata o bien aguantados en las manos de Talavera.
Escoto, recién ingresado, tuvo una oportunidad de acortar la distancia en el marcador, pero González lo incomodó de buena forma y no pudo ni siquiera sacar un disparo.
En la agonía del partido, Julián Quiñones le puso mucho sabor al juego al rematar un pase de cabeza de Faundo Erpen en el área de Talavera. El colombiano tuvo que definir ante la salida del arquero mexicano que nada pudo hacer.
Con mucho corazón, Lobos se volcó al frente, pero el tiempo y el futbol no le alcanzó a los dirigidos por Rafa Puente y ahora deben esperar otra jornada para buscar la salvación.